El invierno convierte estas rutas de Málaga en auténticas joyas naturales: abrígate y prepárate para el senderismo
Exprimir a Málaga en invierno es posible con rutas tan mágicas como esta pequeña selección: entre grandeza y exigencia
¿Cuál es la mejor ruta de senderismo para ascender hasta el pico Torrecilla en Málaga?
La llegada del invierno transforma la provincia de Málaga en un escenario muy distinto al que ofrecen otras estaciones del año. Las temperaturas más suaves en cotas medias, la nieve ocasional en las cumbres y la claridad del aire dibujan un paisaje especialmente atractivo para el senderismo en Málaga durante el invierno. Lejos de la imagen exclusivamente litoral, el interior malagueño revela en estos meses su vertiente más montañosa y serena, con rutas que ganan en belleza y singularidad.
Desde las sierras del norte hasta los relieves próximos a la Costa del Sol, el invierno permite recorrer senderos históricos, ascensiones emblemáticas y caminos rurales que conectan pueblos y parajes naturales de gran valor paisajístico.
La Maroma, el techo de la provincia de Málaga
Con 2.065 metros de altitud, La Maroma se alza como la cumbre más alta de Málaga y uno de los referentes del senderismo invernal. Durante los meses fríos, sus laderas suelen aparecer cubiertas por nieve, ofreciendo una estampa poco habitual en la provincia. Desde la cima, las vistas se extienden por gran parte del territorio andaluz, con una panorámica amplia y despejada.
Uno de los accesos más conocidos parte del área recreativa de El Alcázar, en el término municipal de Alcaucín. Se trata de un recorrido exigente que permite adentrarse en el corazón de la sierra de Tejeda y experimentar el ambiente de alta montaña que caracteriza a este enclave durante el invierno.
Raja Ancha y El Santo, la montaña de Pizarra
En el Valle del Guadalhorce, la sierra de Gibralgalia ofrece una de las rutas más representativas del entorno de Pizarra. La subida al Santo, atravesando la conocida Raja Ancha, discurre por una especie de grieta natural equipada con una escalinata que conduce hacia la parte alta del macizo.
Desde el mirador del Santo se obtiene una amplia perspectiva del Bajo Guadalhorce y, en los días claros de invierno, se distinguen las cumbres nevadas de la Sierra de las Nieves. Este itinerario adquiere un protagonismo especial cada 28 de febrero, coincidiendo con la tradicional Romería del Santo.
Los Llanos de Líbar, una altiplanicie sorprendente
Entre Montejaque y Cortes de la Frontera, en paralelo al curso del río Guadiaro, se extienden los Llanos de Líbar, un camino histórico que atraviesa una altiplanicie de gran valor natural. A pesar de un primer tramo más exigente, el recorrido se suaviza posteriormente y hace honor al nombre del paraje.
Durante el invierno, el paisaje mantiene una notable riqueza cromática y es posible observar fauna silvestre como ciervos o corzos, que encuentran en esta zona un entorno tranquilo y bien conservado.
El Torrecilla y la esencia de la Sierra de las Nieves
Con 1.919 metros de altura, el pico Torrecilla es uno de los grandes iconos del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves. En invierno, la presencia ocasional de nieve y el bosque de pinsapos aportan un carácter singular al entorno.
El itinerario más conocido parte del Puerto del Saucillo, en Yunquera, y atraviesa zonas donde el pinsapar se convierte en el principal protagonista. El contraste entre la vegetación, el relieve y la luz invernal define una de las rutas más representativas del interior malagueño.
Los Sauces y el Peñón de Ronda, desde El Burgo
Otra de las caras de la Sierra de las Nieves se descubre desde el área recreativa de Los Sauces, en el término de El Burgo. Desde este punto arranca un sendero que atraviesa un pinsapar y discurre junto al Peñón de Ronda, con la presencia del antiguo Convento de la Virgen de las Nieves como elemento patrimonial destacado.
Aunque se trata de un recorrido exigente, el paisaje invernal refuerza el atractivo de esta ruta, que muestra una combinación de montaña, historia y naturaleza.
Cañada del Lobo, la sierra de Torremolinos
En Torremolinos, el invierno también invita a descubrir su sierra. La Cañada del Lobo se alcanza a través de un camino histórico que asciende desde el entorno urbano hasta una zona elevada con amplias vistas de la Costa del Sol oriental.
Este itinerario conecta con varias rutas de mayor recorrido, entre ellas la que enlaza Benalmádena con Alhaurín de la Torre, correspondiente a una de las etapas finales de la Gran Senda de Málaga. El contraste entre el litoral y la sierra se acentúa especialmente durante los meses fríos.
Puerto Chiribenítez y los almendros en flor
Cerca de Guaro, la ruta hacia el Puerto Chiribenítez ofrece una imagen invernal diferente. Entre finales de enero y principios de febrero, los almendros en flor cubren el paisaje de tonos rosados, creando una escena efímera que se prolonga durante unas semanas.
Este recorrido de dificultad moderada destaca por la sucesión de rincones abiertos y panorámicas que muestran una cara más luminosa del invierno en Málaga.
El Torcal Alto, una estampa invernal única
El Torcal de Antequera es uno de los espacios naturales más reconocibles de la provincia. Cuando la nieve cubre sus formaciones kársticas, el acceso rodado suele restringirse por seguridad. En estas circunstancias, muchos excursionistas optan por ascender a pie.
Desde el aparcamiento situado junto a la barrera de acceso parte un sendero homologado que discurre en paralelo a la carretera y permite alcanzar el Torcal Alto, ofreciendo una de las imágenes invernales más singulares del paisaje malagueño.
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