Málaga

Situación límite en la Axarquía: “Al campo le quedan tres meses de vida si no llueve”

Finca de aguacates en la Axarquía.

Finca de aguacates en la Axarquía. / M. H.

La Axarquía está al límite. No queda persona en la comarca que no se haya visto afectada por la falta de agua. Los cortes en el suministro del agua para la población van aumentando día a día, algo que también afecta al campo de la zona, ya que actualmente su vía principal para regar son las aguas regeneradas que dependen del consumo. En este sentido, regantes de la zona aseguran que si en los tres próximos meses no llueve, cuando lleguen marzo y el calor, el campo no va a poder sobrevivir, porque no tendrán agua con la que regar.

Los regantes de la Axarquía llevan sin ver una gota de agua del pantano de la Viñuela más de un año, algo que ha hecho que hayan tenido que sobrevivir con los pozos y las aguas regeneradas. Sobre estas últimas, la Junta de Andalucía aseguró hace unas semanas que desde este año la comarca va a recibir anualmente 21 hectómetros cúbicos de agua regenerada. De momento, proceden de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) del Rincón de la Victoria, Vélez-Málaga, Algarrobo, Torrox-IARA y Torrox-Arroyo Manzano. De igual forma, una vez que los terciarios de El Peñón del Cuervo se pongan en marcha a la comarca llegarán 22,5 hectómetros.

En este sentido, José Campos, presidente de la Junta Central de Usuarios del Sur del Guaro y de la comunidad de regantes Cerro de la Encina (en Vélez-Málaga), sostiene que las aguas regeneradas “no están salvando la situación”, sino que les está ayudando a salir del paso. Asimismo, incide en que tienen menos aportación de regeneradas, debido a las restricciones en el consumo.

En el caso del agua que les llega desde la EDAR de Vélez-Málaga asegura que en el año hidrológico 2022-2023, debido a las restricciones, solo pudieron coger 2,8 hectómetros de los cinco que pueden llegar a sacar de la EDAR de la zona. A esta reducción de regeneradas desde Vélez, también se suma la posibilidad de que caiga la aportación del Rincón de la Victoria que desde el sábado cerrará el grifo por las noches para su población. “Del Rincón estamos cogiendo entre 2.300 y 2.500 metros cúbicos, a ver si podemos mantener esa cantidad y las restricciones no nos afectan demasiado”, explica Campos.

Su última esperanza de encontrar algo de luz ante esta situación está puesta en la EDAR del Peñón del Cuervo. El agricultor asegura que desde la Junta de Andalucía les han informado de que en diciembre puede que comiencen las últimas pruebas. Por lo que intuyen que podrían empezar a llegarle el agua de esta zona a partir de enero para así “ser capaces de despegar un poquito y tirar para adelante”.

La salinidad de las aguas regeneradas sigue sin solución

Cierto es que las restricciones no son el único problema al que se enfrentan en la Axarquía, ya que la salinidad de las aguas regeneradas debido a que diferentes tuberías de saneamiento están en mal estado ha hecho que el agua deje de ser buena. Esto ocurre con la EDAR de Vélez-Málaga con la que los regantes están a la espera de que se lleve a cabo alguna solución. “Con los índices actuales de salinidad, si regamos, las hojas de los árboles van a quemarse, por lo que las sales se irán acumulando y las raíces cada vez irán a menos, por lo que las pérdidas van a ir a más”, señala el agricultor.

En este punto, José Carlos Gil, presidente de la Junta Central de Regantes la Axarquía, coincide con Campos, ya que en su margen del río tan solo tienen acceso a las aguas regeneradas de la EDAR de Algarrobo. Además, añade que la salinidad no baja del 2,2 debido a la intrusión marina, por lo que se ven obligados a no utilizarla. “Están haciendo pruebas, hay momentos que la salinidad baja, pero para el aguacate no puede superar el 1,5, aunque a la larga acaba perjudicado”, explica. En la EDAR de Algarrobo se estima que puede llegar a aportar un hectómetro de agua al año, pero con la sequía, según Gil, se estima que ya no puede aportar más de 0,7 hectómetros.

Por otro lado, incide en que si no les proporcionan más aguas regeneradas, solucionan la salinidad y llueve, lo van a perder todo. “Solo vamos a poder sacar el fruto de invierno”, remarca. Además, añade que no tienen previsiones para el próximo verano, ya que en el momento en que llegue marzo y aumenten las temperaturas no van a poder cultivar nada porque no tendrán agua con la que regar.

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