Tradición cargada de sabor

La necesidad obliga a impulsar estrategias que capten la atención de sus clientes. La última iniciativa con la que David y Juan Ramón, los dueños de la taberna de Ares, pretenden amortiguar los golpes de la crisis pasa por la posibilidad de que los internautas canjeen un me gusta en su página de Facebook por una caña "bien fresca". Gran parte de sus esfuerzos se concentran en la difusión del negocio a través de las redes sociales. Si bien es cierto que el furor que las promociones suelen provocar entre los usuarios contribuye a su éxito, la calidad y el esmero que el restaurante deposita en cada plato resultan fundamentales para conseguirlo.

Situada en la barriada de Teatinos, esta empresa familiar, regentada por Dori -la cocinera- y sus dos hijos, ofrece un extenso muestrario de guisos tradicionales. Su secreto es tan sencillo como difícil de encontrar en otros establecimientos. "Aquí no hay nada congelado. Las patatas, por ejemplo, son cortadas y peladas a diario, mientras que muchos platos se elaboran justo antes de servirse", asegura David, uno de los propietarios.

Porra antequerana, ensalada mixta, gazpachuelo, berenjenas rellenas, pollo al curry, magro con tomate y otros "platos de la abuela" conforman algunas de las opciones caseras que la taberna de Ares pone a disposición de los comensales. "Son guisos apañados, de manera que por un total de 7 u 8 euros puede comer cada miembro de una familia", resalta el dueño.

Para aquellos con gustos más variados, el restaurante cuenta también con otras opciones a la carta, entre las que destacan sus platos combinados. Uno de los más sabrosos es el que se conoce como sartená Morfeo, que incorpora patatas fritas, huevo, bacon y paté. La rosca Caronte, de las más demandadas por su salsa tártara, cebolla caramelizada y secreto ibérico, constituye otro ejemplo de su apuesta gastronómica.

Al ser preguntado por las especialidades de la casa, David tiene claro que el lomo al tomillo y la morcilla de León son los productos que la gente "pide y repite hasta que se aburre".

Sin embargo, los responsables de la taberna de Ares saben que en tiempos de crisis lo más solicitado es el menú del día. Con el fin de conseguir "que la gente se levante contenta de la mesa", el local ofrece por 8 euros la posibilidad de elegir un primer y un segundo plato, además de una bebida y un postre casero, como tarta de queso, flan o arroz con leche.

Fue inaugurado hace solo siete meses, pero el restaurante, abierto de lunes a sábado, ya ha logrado hacerse con una clientela fija. Y es que la situación económica agudiza el ingenio de los hosteleros a la hora de atraer la atención de los comensales.

El local también se ha sumado a la costumbre de ofrecer una tapa junto a la bebida, pero pretende ir más allá. En caso de lluvia, la segunda consumición es gratuita, mientras que hasta las 21:00 los clientes pueden disfrutar de una oferta de 3x2 con su caña o refresco.