Infraestructuras

Las grandes soluciones a los atascos del PTA de Málaga se alejan al menos hasta el año 2023

  • Ni el Metro ni el Cercanías estarán antes de cuatro o cinco años

  • El bus-VAO prometido por la Junta podría estar para mediados de 2020

Imagen de archivo de los atascos en la A-357 en dirección al PTA.

Imagen de archivo de los atascos en la A-357 en dirección al PTA. / Javier Albiñana

La estampa de cientos de coches en caravana en la autovía del Guadalhorce o en las vías internas de Campanillas en dirección al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) seguirá formando parte del día a día de la ciudad durante no pocos meses más. Por más que sea ahora cuando los trabajadores de la tecnópolis han alzado la voz para expresar su malestar o que las propias empresas hayan advertido de la situación, ninguna de las grandes soluciones puestas sobre la mesa en los últimos años es de aplicación inmediata.

Sólo la reactivación de la lanzadera Metro-bus que funcionó de manera experimental durante el pasado mes de septiembre podría anticipar su puesta en funcionamiento siempre que las conversaciones existentes entre la EMT, el Metro, el Consorcio de Transportes y las empresas del parque lleguen a buen puerto. La voluntad, según fuentes consultadas, es que se alcance un acuerdo que permita avanzar en esta línea. La clave sigue siendo la necesidad de que el usuario disponga de un billete único, que le permita el transbordo sin incrementar el coste.

Protesta de los trabajadores del parque, el pasado miércoles. Protesta de los trabajadores del parque, el pasado miércoles.

Protesta de los trabajadores del parque, el pasado miércoles.

Pero el éxito de esta propuesta depende, en buena medida, de que la Junta de Andalucía ponga definitivamente las bases de construcción de un carril bus-VAO en la carretera que conecta la A-357 con la rotonda de entrada a la tecnópolis. La obra tiene un coste estimado de 3,2 millones de euros y un plazo de materialización de 14 meses. Incluso activando la licitación antes de finalizar el año, no parece factible pensar en el inicio de los trabajos sobre el terreno antes de mediados del año que viene, con lo que esa mejora no estaría operativa antes de mediados del año 2020.

Estas dos actuaciones son las únicas que, objetivamente, podrían materializarse en un menor plazo. Porque la pretensión de que los trenes, ya sean del tranvía o del Cercanías, hagan parada en el PTA hay que fiarlo a no menos de cuatro o cinco años. En el caso del Metro, la Consejería de Fomento condiciona su desarrollo a la conclusión de los estudios recientemente impulsados para definir cuáles son las más idóneas alternativas de movilidad para el parque.

Incluso en el caso de que los mencionados análisis apunten en esa dirección, toda la tramitación que requiere una intervención de esta naturaleza alarga ampliamente los plazos, al requerir de estudio informativo, proyecto constructivo, licitación de obras y ejecución de la misma. Cabe recordar que ya en 2007 la Junta licitó la adjudicación, por algo menos de un millón de euros, del proyecto para prolongar el ramal del ferrocarril urbano. A pesar de las numerosas demandas para desarrollar esta infraestructura, la respuesta de Fomento ha sido la de poner en duda la idoneidad de la misma, al no poder asumir la elevada demanda en hora punta.

Tanto la Junta como el Gobierno central dudan de la eficacia de llevar el tren debido a que la demanda se concentra en horas punta

Una argumento que también ha sido empleado por el Gobierno central cuando se le ha reclamado la construcción de un ramal directo del Cercanías. Según desveló hace algo más de un año el alcalde, Francisco de la Torre, los estudios manejados hasta ese momento por el Ministerio de Fomento ponían en duda la viabilidad de ir adelante con esta infraestructura, al tratar de dar respuesta a unas demandas "muy concentradas", mientras que la misma quedaría sensiblemente reducida a lo largo del resto de la jornada.

Otra de las soluciones esbozadas sobre plano, pero también considerada prioritaria, es la construcción de una conexión directa desde la hiperronda. Ya en 2009 la Junta dispuso de una primera previsión, que cifraba la inversión en unos 34 millones de euros. Desde el Ayuntamiento se ha trabajado meses atrás en un estudio que plantea una intervención de esta naturaleza, con diferentes fases de desarrollo y que podría incluir un nuevo puente sobre el río Campanillas.

Los responsables del documento hablan de la ampliación y mejora de las carreteras A-7076 (a la que se llega desde la salida de la hiperronda hacia Parcemasa) y A-7054 (que pasa junto a Cortijo Jurado) con el fin de que se conviertan en alternativas. Las obras podrían tener un coste, en una primera fase, de entre 5 y 6 millones de euros. Para potenciar su efectividad se defiende su relación con el transporte público, pudiendo llegar a absorber la demanda de movilidad no ya de los 17.000 empleados actuales, sino de unos 25.000 (un 50% de crecimiento).

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