Málaga C.F.

Dani Sánchez y los secretos del Málaga CF

Dani Sánchez, jugador del Málaga CF

Dani Sánchez, jugador del Málaga CF / Carlos Guerrero

Dani Sánchez es una de las alegrías del vestuario del Málaga. Con desparpajo pero con seriedad, explica por qué el equipo está funcionando tan bien. "El nivel de esta plantilla es muy alto. El míster siempre dice que en el Málaga están los mejores. Nos lo inculca, nos mete el dedito en la llaga en cada entrenamiento. Tenemos una intensidad altísima de entrenamientos, 23 tíos que él mismo dice que no tiene idea a quién poner por cómo trabajamos. El otro día hicimos un partidazo. En la primera parte nos faltó ese acierto de matar el partido antes, pero mis compañeros están increíble", contó en Área Malaguista.

"Ahora mismo una de nuestras claves es la solidez defensiva. No encajando goles estás más cerca de marcar y ganar partidos. Si mantenemos a cero estamos ahí. En esta categoría mantener esa solidez defensiva y ese equipo único junto es clave", argumentó el malagueño, que puntualizó: "Somos un equipo a batir en todos los sentidos, siempre lo dice el míster. Con nosotros el rival da un plus más, todos los partidos son súper complicados. En Sanlúcar lo vimos, era uno de los mejores equipos de la categoría en ese momento. Si mantenemos la solidez defensiva hay que mantener esa dinámica. Es estar ahí agazapaditos, las cosas lentas y con buena letra siempre van a ir mejor que yendo deprisa".

El partido ante el Melilla fue un punto de inflexión: "El míster nos lo dijo en el vestuario. Estábamos fastidiados, pero nos dijo que si lo llevábamos bien podía ser un punto de inflexión. Ese guantazo que te dan te hace reaccionar, no sólo para el fútbol sino para la vida. Me gusta dedicar mi cuerpo al fútbol, al gimnasio, voy un par de días, dependiendo del cansancio, para prevenir lesiones. Con 24 años, esta semana tuve un esguince, pero me vendo y al carajo. No me gusta jugar con dolor, pero si tengo una pequeña molestia no me voy a salir. El umbral del sufrimiento es de cada uno. Hace dos semanas le dije al mister que tenía un físico privilegiado porque me dijo que parara".

El buen rollo del vestuario

"Me dicen Pelonido porque dicen que va a salir un pájaro de la cabeza. Manu Molina vino al vestuario y empezó a liarla. Manu, Dioni, Kevin, Roberto, Genaro... Somos una cuadrilla que estamos todo el día de bromas pero también nos pegamos en los entrenamientos. Nos peleamos, nos rascamos, nos decimos las cosas a la cara. Competitividad sana para en un futuro competir de la mejora manera. El mister es también súper alegre y tenemos ese cachondeo. El cuerpo técnico también le gusta pinchar. Raúl Iznata, Manolo... Son peligrosos. Al míster se le respeta más. De los compañeros todo el mundo se toma bien una broma. Los más callados son Carlos o Luca. Cuidado con Jokin y Juande, han formado una pareja que cuidado, no paran. No sabría decirte qué pasa para que un vestuario no funcione. La unión hay que mantenerla, en este grupo no hay grupitos, ahí cada uno puede ir por su lado y no vas por la misma dirección. Aquí es el único vestuario que estuve en el que no hay grupitos. Somos personas y al final tienes más afinidad con unos y otros. Si organizamos algo vamos todos. Y si no va alguien, collejón al día siguiente. Ha salido memes de todo tipo".

Clasificación

"No quiero mirar estar a cinco puntos. Los de arriba están aflojando algo. Te ves a 12 puntos, perdimos en casa un partido que no era para perder. Ahí dices que lo ves imposible, pero no lo hay. Seguimos todos, el míster ha hecho mucho por el grupo. Yo sueño con ascender cada día, coger el micrófono y decir unas palabras. Sé 100% lo que diría en el balcón, pondría a medio público a llorar. Pienso en los 30.000 que estarán allí. Es el tren que estaba esperando, creo que he dado un buen nivel cuando me ha tocado jugar y si vuelvo lo haré uno mejor. Mira Brahim, ha esperado su turno y lo ha reventado. Si llegas y no estás listo le das la razón al míster que no te pone. Si te ponen, aquí estoy yo. La vuelta está siendo mucho mejor de lo que imaginaba. Tuvo una época mala cuando volví del Madrid. Ahora el contexto es otro diferente. Estoy feliz todos los días, se me pasan las semanas muy voladas, estoy loco por ir a entrenar. Desayunas, te cuentas anécdotas, estás con los fisios, la música, en los entrenamientos compites. Yo tengo ganas de demostrarle al míster que estoy preparado".

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