La última semana en Málaga quedará en los anales. Hacía tiempo que no se vivía tal vorágine de acontecimientos en la ciudad, menos con el foco puesto en el Málaga Club de Fútbol. Si bien es cierto que la crisis institucional que sufre la entidad viene enfatizando la presencia del club en cada reunión de instituciones de la provincia, lo acontecido en torno a la figura de Víctor Sánchez del Amo ha roto barreras y ha llevado la situación a medios nacionales e internacionales. El Málaga ha estado en boca de todos.

Se presentaba como una semana tranquila tras el empate del equipo en Oviedo y el parón de la competición. Con las aguas ya calmadas tras la rajada del técnico madrileño contra la dirección del club, Richard Shaheen, y la propiedad, la familia Al-Thani. Pero fue un infierno. En la tarde del martes las redes sociales y el Whatsapp comenzaban a arder con la publicación de un vídeo íntimo de Víctor. El archivo corrió como la pólvora y en torno a las seis de la tarde el madrileño denunciaba que había sufrido un hackeo, acoso y chantaje y que el caso estaba en manos de la Policía.

Las reacciones, sobre todo de ánimo en torno al entrenador, fueron constante en las siguiente horas aunque tras el anuncio del club en el que comunicaba la suspensión de sus funciones hasta que se “esclarezcan los hechos”, nuevo incendio. Los mensajes de apoyo al entrenador viraron a incredulidad, sorpresa y bochorno por la decisión que tomaba la entidad tras el caso de extorsión que vivía su técnico. El revuelo fue tal que en cuestión de minutos el caso pasó de los medios nacionales, a los medios internacionales. Medios de calado como Olé, BBC o L’Equipe narraban lo sucedido en sus páginas web. El mundo miraba hacia La Rosaleda.

El eco replicaba en Catar. La afición atacó en masa a la propiedad y a la figura de Al-Thani por lo sucedido. Éste se manifestó por redes con otro de sus enigmáticos mensajes que generaron más malestar entre el público. “Sé fuerte y di que te has equivocado”, era la última frase que redactaba en un tuit el catarí. Fuego cruzado.

Miércoles. El anuncio de cesión de Álex Mula suponía el primer movimiento del Málaga en el mercado de fichajes invernal. El catalán, sin opciones de competir con el club, salía a préstamo al Alcorcón. Al mismo tiempo se daba en el Ciudad de Málaga el primer entrenamiento, a puerta cerrada, sin Víctor Sánchez del Amo. David Dóniga, su segundo, estaba al frente de la sesión.

La tarde daba paso a una quedada en La Rosaleda organizada por Fondo Sur 1904 en favor de Víctor en el que se quemaron carteles con el rostro del jeque. Los comunicados de la plantilla y de Richard Shaheen aportaban más detalles. Los jugadores mostraban su apoyo al técnico y el director general anunciaba explicaciones para el viernes.

Una imagen con la cara del jeque Al-Thani, ardiendo en los aledaños de La Rosaleda.

El jueves se consumiría rápido. Se iniciaba con la llegada a Málaga de Sergio Buenacasa para cerrar su fichaje con el club. La investigación sobre el vídeo de Víctor era anunciada como “ardua y complicada” mientras que desde la RFEF Luis Rubiales le tendía la mano al entrenador ofreciéndole un puesto en la Federación.

“Cuando me toque hablar va a quedar todo claro”, decía Víctor el viernes, horas antes de la polémica rueda de prensa de Richard Shaheen, en la que anunció que se buscaba una “solución amistosa” con Víctor, la situación de los Al-Thani, el rumbo de La Academia o del mercado de fichajes en algo más de media hora.

Llegó el sábado. Se oficializó la llegada de Sergio Buenacasa y durante la tarde se hacía lo mismo con la destitución de Víctor, para shock de la opinión pública. Sergio Pellicer tomaría el mando del equipo de manera interina. Ayer domingo, el madrileño, ya ex técnico blanquiazul, anunciaba su “absoluta disconformidad” por su despido en el último capítulo de una semana de soberana locura en Martiricos.