El Málaga arranca hoy lo que será una semana determinante en el futuro a corto, medio y largo plazo del club. Días que se esperan de mucho trabajo en las oficinas de Martiricos en prácticamente todos los departamentos y escalafones de la entidad. Se entra en la recta final de este mercado de fichajes invernal, que tocará a su fin el sábado 1 de febrero a las 23:59 horas. Siete días por delante para cerrar todos los movimientos, conversaciones y negociaciones que aseguran tanto la viabilidad económica como deportiva del equipo blanquiazul.

Se esperan jornadas de mucho ajetreo en La Rosaleda. Tanto o más como lo están siendo los últimos días. Clave fue la que se oficializó en el día de ayer. La marcha de Lorenzo González abre un escenario en el que la dirección deportiva puede trabajar para dar entrada a un jugador. La baja del canario vuelve a colocar el número de fichas profesionales en 17. En esta situación, LaLiga permite al club dar de alta a otro profesional con el mínimo salarial de la categoría –de hecho, el mismo sueldo que percibiría Lorenzo que llegó con esas condiciones–.

Desde los últimos compases de la etapa de Víctor ya se reconocía públicamente en sintonía con Manolo Gaspar las carencias de la plantilla. Un lateral zurdo –se negoció con Joan Oriol del Lleida– y un centrocampista con vocación tanto creativa como ofensiva eran las demarcaciones a mejorar con algún fichaje que se pudiera realizar. La del delantero ya se tapó con Sergio Buenacasa. Así, tanto reactivar la opción del defensor tarraconense, como contemplar otras alternativas que se han ido estudiando durante los últimos meses podrían ejecutarse en los próximos días.

En cuanto a las bajas que se pueden dar estos días los frentes están más abiertos. Por pura necesidad, por ética, se trabaja con la salida de José Rodríguez desde hace semanas. Su situación, al igual que con Álex Mula e Iván Rodríguez, es crítica tras cinco meses en el ostracismo competitivo y la posibilidad de inscribirle es muy remota ya que su salario está muy por encima del mínimo. Desde inicios de mes se conoce el interés del Fortune Sittard, ex equipo del centrocampista, que estaría dispuesto a llevárselo de vuelta. Según As, el Fuenlabrada también está interesado en su fichaje. Cabe recordar que tiene contrato con el club hasta 2022.

En otro apartado quedan otras operaciones que se podrían concretar a lo largo de estos siete días, sobre todo por su importancia para la tesorería malaguista. Los casos de Antoñín y Keidi Bare son los más flagrantes. El canterano palmillero está tentando por el Getafe, que llegó a ofrecer dos millones de euros por él. En cuanto al albanés, el Getafe también ofertó por él, en similares condiciones que el Rayo Vallecano, ambos con solvencia tras varias ventas. Ambas operaciones podrían ser determinantes para la sostenibilidad del club hasta el término de este curso, aunque al contar como fichas del filial no permitirían incorporar a jugadores. De ahí que ambos traspasos contemplen que los jugadores permanezcan en el club hasta final de temporada.