Unicaja

Ferrari cierra su etapa en Málaga

  • El base se despide dos meses después de su fichaje del Unicaja, donde ha tenido nula trascendencia

Ferrari entra a canasta en el Carpena.

Ferrari entra a canasta en el Carpena. / acb photo

Se termina la etapa de Frankie Ferrari en el Unicaja, en un paso casi fugaz. Dos meses justos duró la experiencia del italoamericano en el equipo malagueño, donde ha tenido nula trascendencia en este tiempo. Llegó para paliar la plaga de lesiones en la posición de base, donde coincidieron en la enfermería Jaime Fernández, Alberto Díaz y Gal Mekel. Pese a la ausencia prolongada del israelí, el regreso de los otros dos le deja sin hueco en la rotación. De ella salió totalmente con la llegada de Fotis Katsikaris, con el que se quedó sin jugar en cinco de los seis partidos que dirigió el entrenador. El griego estableció unos nuevos roles en la plantilla y fuera de sus planes se quedaron el californiano y Volodymyr Gerun, que no entrena con el grupo y al que ya se le comunicó que se busque una salida. 

Se apuró el límite que permitía la cláusula de salida del contrato por si había alguna lesión en jugadores exteriores en la Copa del Rey en el conjunto cajista. No fue el caso, aunque sí terminó maltrecho físicamente Carlos Suárez, y el Unicaja activará esa opción. Se habló con insistencia del interés del Baxi Manresa en su nombre para sustituir al lesionado Dani Pérez. Sería su tercer equipo esta temporada en la ACB, el único donde dio un rendimiento acorde a las expectativas. Los catalanes son un rival serio de los malagueños por un hueco en el play off en mayo. Pablo Sánchez, que está a caballo entre el primer equipo y el CB Marbella, completará las convocatorias en caso de necesidad. 

No tuvo malos números Ferrari en estas ocho semanas, contando que en los últimos cuatro partidos se quedó sin jugar. Jugó ocho choques en los que tuvo 15 minutos de media en pista para anotar 6.1 puntos, coger 1.3 rebotes y dar 1.9 asistencias para 5.4 de valoración. Cifras discretas, pero no malas. Sucede que hay un dato que refleja bien su impacto, que fue -5 cuando estuvo en el parqué. No dio un salto ofensivo al equipo y fue más un cromo repetido, que no mejoró las prestaciones defensivas, donde dejó evidencias patentes de sus carencias a mejorar. No era el perfil que requería el Unicaja, pero la coyuntura del mercado no ofreció muchas más opciones. Su adiós debe hacerse oficial en las próximas horas y no implica que se vayan a acometer nuevos refuerzos. Bien es cierto que con la baja de Suárez aún se hace más necesario un refuerzo en la pintura, que queda corta de efectivos. El parón por las ventanas puede ayudar en ese sentido, aunque el mensaje del Consejo de administración es que no habrá fichajes. 

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