Unicaja

Los ecos de un recital

  • La exhibición de Wiltjer en Manresa, comidilla en las redes sociales y hasta en Gonzaga

Kyle Wiltjer, en Marbella.

Kyle Wiltjer, en Marbella. / @kwiltj

La actuación de Kyle Wiltjer en Manresa fue comidilla en el baloncesto español. Los clásicos recuerdan a su padre, Gregg, pero él es otro tipo de jugador. Su exhibición, 17 puntos en seis minutos, condensada en un minuto fue un vídeo con recorrido a través de las redes sociales. Son fogonazos que no se suelen contemplar en el baloncesto europeo, son más de highlight de NBA. Es su sueño, hasta ahora no consumado. Jugó un puñado de partidos en los Rockets, pero no pudo consolidarse en la mejor liga del mundo.

Wiltjer ganó la NCAA con Kentucky, pero donde de verdad creció fue en Gonzaga. Allí, en Spokane, estado de Washington cercano a su Oregon natal, el ala-pívot canadiense encontró el clima adecuado para desarrollarse como jugador al lado de Domas Sabonis y otros jugadores que han hecho carrera en Europa como Kevin Pangos o Karnowski. Aficionados de Gonzaga comentaba e interaccionaban también con Wiltjer a través de las redes felicitándole por su actuación.

No coge por sorpresa a quienes entrenan con Wiltjer cada día esas llamaradas productivas. Es un ritual habitual cuando se retira al final de cada entrenamiento meter una canasta desde el centro del campo entre las bromas de sus compañeros. Suele tener una buena puntería. Acompañado de su prometida y, en estas semanas, de su hermana, Wiltjer disfruta de la vida en Málaga. En las redes colgaba una imagen en Marbella agradeciendo las felicitaciones. Cumplió 26 años el día de su exhibición en Manresa, con muchos por delante aún de carrera, se perdió en el cambio de universidad una temporada completa. Cree que Málaga puede ser un buen lugar de despegue.

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