Hubo serias complicaciones para que el Unicaja-Baskonia se jugara este domingo como estaba previsto desde hace meses. El partido se vio afectado por los dos aspectos que tienen en vilo a España, la pandemia y Filomena. Horas antes del duelo en el Carpena uno de los árbitros designados dio positivo por COVID-19 y la ACB tuvo que cambiar la hoja de ruta inicial en una dura gestión durante toda la tarde. Dos colegiados empezaron el encuentro y el tercero, Martín Caballero, llegó desde Madrid con enlace en Córdoba al descanso. El temporal también tuvo sus efectos de manera indirecta. Movistar no pudo desplazar a Málaga a sus enviados habituales, ya tuvo problemas para desplazar a presentadores a la localidad madrileña de Tres Cantos, y tiró de dos personas que ya estaban en la Costa del Sol. Ya le ocurrió también en el Manresa-Barça. 

El choque lo narró el periodista César Suárez y en los comentarios estuvo Carlos Jiménez. Otra faceta del ex director deportivo cajista, que ya participó en la retransmisión de la final del Mundial entre España y Argentina en el verano de 2019. Meses antes había dejado su trabajo en el equipo malagueño, donde ostentó varios cargos en un periodo largo de tiempo. Hizo el camino desde la pista a los despachos y llegado el momento, en mitad de un mercado lo que causó sorpresa en el momento, abandonó. En parte auspiciado por el ascenso político de su mujer, Noelia Losada, concejal de Cultura y Deporte del Ayuntamiento de Málaga. Su hijo, Pablo, sigue jugando en la cantera del Unicaja.

No es la primera vez que se le ve en el Carpena al madrileño desde que se marchara del club cajista. Contempló en primera fila, al lado del banquillo visitante, algunos partidos de la Eurocup la temporada pasada. En ese momento ya era pública su designación como embajador de la Federación Española de Baloncesto. Han sido sus lazos con el baloncesto en este tiempo, donde se ha alejado del día a día tras varios años de exposición.