Ibon Navarro: "Estos tíos se han dejado la vida, una victoria de fe"

Difícil analizar en una comparecencia todo lo que ha deparado este Unicaja-Barça. Una remontada que quedará ahí para siempre, lo que ha forjado Ibon Navarro, esa máquina inquebrantable. “A diferencia de lo que estaba pasando en la serie, teníamos que esperar la mejor versión del Barcelona y ha llegado. Hemos empezado bien, con mucho ritmo. Creo que demasiados errores a nivel defensivo, equivocándonos mucho. Y eso les ha permitido estar conectados al partido. Ya desde el segundo y tercer cuarto se ha repetido la tendencia de lo que pasó en el primero. Nos costó anotar, algún tiro sencillo que nos generó frustración. El partido estaba realmente complicado, pero esos cinco minutos del último cuarto ellos estaban con poca energía. Ha sido importante la gente que ha salido desde el banquillo. Nos ha aportado primero fe y luego energía para empatar el partido de forma milagrosa, con 1:34 y siete abajo. Mete Kendrick un triple, hace un robo Tyson Pérez y metemos la última. Esto es lo maravilloso que tiene el baloncesto. Lo vimos en la semifinal de Primera FEB con Fuenlabrada y Palencia. Nos pudimos reponer a un Kevin Punter estelar, ha demostrado el tipo de jugador que es. Es la tercera semifinal de ACB que jugamos en tres años. Después de cuatro títulos, hay que darle mucho mérito a los chicos. Querer. Seguro que cualquier otro equipo, con cuatro títulos, dice que hasta aquí. Estos tíos se han dejado la vida. Y de paso acabar con la maldición del Carpena”, analizaba.

La gestión de las emociones y el cómo influyó en el final. “Nos encontramos ante una disyuntiva, que cuando este equipo juega con el corazón no nos suelen ir bien las cosas, porque no sabemos canalizar bien las emociones que nos viene de la grada. Todo es muy bestia. Y estamos como estábamos a falta de poco. Pero es lo que nos ha sacado adelante y lo que nos ha metido luego en problemas en la prórroga. Porque cuando vas a muerte a todas, te pasa lo que te pasa cuando haces dos faltas de tres más uno. Este equipo tiene eso, mucha fe. No digo que tiene poco cerebro, pero no somos perfectos. No sabemos canalizar aún esa energía. Tenía que ser a base de corazón, a base de cabeza no lo habríamos hecho. Han entrado Tyson y Olek para darnos esa energía, Djedo nos ha permitido respirar para que Kameron respirara", decía. “Hemos hablado que había que seguir porque ellos no llegaban en el último cuarto, sin esa energía. Y ahí ha estado Tyson, por querer jugar con cabeza, y luego ha ido a lo que es él. Nos ha sacado. Una victoria de fe, de saber que vamos a llegar mejor que los rivales a nivel físico, y no quitarnos pasara lo que pasara. ¿Os acordáis cuando decía de la capacidad de sufrimiento? Cuando vas ganando todos los partidos del año y acabas con seis derrotas, todo es una fiesta… Pero cuando estás jodido, las cosas no salen. Hemos sabido hacerlo, porque nos hemos visto en muchas de estas durante el año".

“Aquí no hay ningún jugador por encima del equipo y menos el entrenador. Aquí somos… Y el otro día me dijo un jugador una cosa que se la voy a proponer a Antonio (López Nieto). Y es poner una banderola en el Carpena con todos los jugadores, porque lo que hace este equipo… Yo sufrí la Liga del 2006, pero esto es otra cosa”, reflexionaba Ibon, ya maquinando esa semifinal con el Real Madrid. “A nivel táctico nos valen algunas cosas. Pero ahora hay que digerir esto, tranquilizarnos y saber lo que nos espera. Dos partidos en casa del mejor equipo de la Liga, de largo. Vamos con ilusión. No digo que vayamos sin presión, porque eso ya no los ponemos nosotros, pero sí con mucha ilusión”.