Unicaja Baloncesto

Sobre la idea y las ambiciones

  • Los fichajes han verbalizado un discurso ambicioso en el que se apunta a la Euroliga

  • No se saldrá de dudas ni en octubre ni en noviembre sobre el potencial del equipo

Melvin Ejim, en el entrenamiento del Unicaja ayer.

Melvin Ejim, en el entrenamiento del Unicaja ayer. / Marilú Báez

La pretemporada del Unicaja no ha sido para tirar cohetes a nivel de resultados, cinco derrotas en seis partidos. Son, en el fondo, entrenamientos con público y cámaras y las conclusiones las deben sacar los entrenadores. En el Media Day del equipo malagueño, no obstante, no se palpa preocupación aparente en la plantilla. Hay ejemplos de pretemporadas impecables preludios de fracasos. Y viceversa. Los jugadores recalcan que hay buen ambiente y que se trabaja duro, un lugar común en las declaraciones. Pero ha sido interesante escuchar los discursos de los jugadores nuevos a lo largo del verano. Ha sido moneda común en las presentaciones, la última de ayer de Toupane, que se verbalizara por parte de los protagonistas, sin excepciones, que hay un objetivo, que es regresar a la Euroliga.

El discurso no ha sido tan claro por parte del club, aunque Eduardo García recalcaba semanas atrás que no faltará la ambición. Pero es un detalle interesante esa coincidencia. En una época en la que en un sector de la afición debate sobre si se ha perdido el colmillo, los jugadores se han pronunciado y quieren montarse en el AVE del baloncesto europeo. Hay algunos que han apostado por venir a Málaga para relanzar sus carreras. Y algunos, como Jaime Fernández, que aún no han jugado la mejor competición continental y quiere hacerlo vestido de verde.

Ha gustado en pretemporada la polivalencia de la plantilla, el descaro de algunos jugadores o la capacidad física, pero quedan también dudas exhibidas que sólo la competición despejará. Sorprendió ver cómo el Betis casi dobló en rebotes el domingo a un equipo confeccionado, precisamente, para quitar esa importante tara que hubo en esa faceta en la temporada pasada. Y no será ni en octubre ni en noviembre cuando se despejen. El ejemplo del año pasado es bueno para recordar que hay que ir con las luces largas para llegar al momento de la verdad, desde enero con el inicio del Top 16 de la Eurocup, aún con margen de progresión para seguir creciendo y mejorando. El calendario de ACB es duro en la primera vuelta, con visitas a todos los equipos de la Euroliga.

La plantilla al completo sólo ha entrenado un puñado de veces y apenas jugó en Sevilla. También hay expectación por ver el baloncesto que puede desprender el equipo. Luis Casimiro advertía en los primeros compases de la pretemporada de que la filosofía era la misma, pero los jugadores son distintos. Parece un equipo confeccionado más para defender (hay más jugadores que demuestran entusiasmo en esta faceta). Ha habido momentos verdaderamente buenos en esta faceta en pretemporada, cuando aún no se hace scouting. En el 1x1 es un equipo más sólido y se perfilan quintetos pétreos a los que será complicado hacerle una canasta sencilla. A cambio, ha habido momentos de colapso ofensivos importantes. Decía Casimiro que el equipo aún no estaba ni al 30% del nivel táctico que debe alcanzar. También hubo momentos de confusión cuando coincidían en pista los más veteranos en el equipo y los nuevos. Es también un proceso para que no exista la dependencia de Alberto y Suárez que ha habido en temporadas anteriores cuando han faltado.

El primer partido, en Manresa, será una buena piedra de toque para dar la bienvenida. Debutan en la ACB Toupane, Ejim, Elegar, Adams y Avramovic, casi la mitad de la plantilla. Suelen decir los protagonistas que es en este tipos de pistas donde se ve la diferencia de la competición española con otras de Europa. La ambición, al menos de palabra, es alta en la plantilla. El camino empieza mañana en el Nou Congost. Acabará, en el mejor de los casos, en junio. Y tendrá su momento candente de de febrero a abril.

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