Poco después de llegar a Málaga y ser recibido por un grupo de familiares y allegados en la estación María Zambrano, Mario Saint-Supéry colgó un mensaje de agradecimiento en redes sociales. El rinconero ha vivido una de las experiencias de su vida y vuelve desde Skopje con una plata europea, un MVP y el reconocimiento unánime después de un campeonato tremendo. Las sensaciones están a flor de piel para el canterano del Unicaja, que en unos días se pondrá a las órdenes de Ibon Navarro en la pretemporada cajista. No hay tiempo que perder después de una campaña trepidante. 

"La familia no siempre es de sangre y eso lo hemos demostrado este mes, hemos tenido nuestros momentos buenos, momentos malos, discusiones entre nosotros... pero siempre hemos sabido salir adelante y superar todas las adversidades", escribía el joven: "Ha habido muchos jugadores que deseaban con estar y les doy las gracias a todos pero quiero destacar a Salva Gallego que lo ha dado todo por el equipo pero por problemas físicos no ha podido estar con nosotros, pero siempre ha estado entre nosotros, él se lo merece tanto como nosotros". 

Se acordaba de todos el malagueño en su carta. "Agradecer al staff técnico por todos los sacrificios que han hecho por todos y cada uno de nosotros y por siempre confiar en nosotros cuando ni nosotros mismos confiábamos", publicaba, para finalizar acordándose de sus padres, que estuvieron en las gradas del pabellón macedonio: "No me puedo olvidar de nuestra super afición, las personas que más creen en nosotros y que más nos quieren y nos apoyan, nuestros familiares, han sido una parte fundamental para que podamos lograr lo que hemos conseguido. Una plata con sabor a oro".