Unicaja

El perfil Darius Thompson

  • El Unicaja oferta por el base americano, con pasaporte italiano, del Happy Brindisi

  • 26 años y 1.93 metros, ha destacado en la Basketball Champions League

  • Síntoma de nueva realidad

Darius Thompson lanza a canasta.

Darius Thompson lanza a canasta. / FIBA

La oferta presentada por el Unicaja al base-escolta estadounidense Darius Thompson es un reflejo de la nueva realidad. Apuesta por jugadores que no están testados en la ACB pero emergentes en otras competiciones. Es el caladero al que tiene que acudir ahora mismo el Unicaja para crecer, afinar en las elecciones y el seguimiento de jugadores de un caché más bajo, pero no necesariamente peores. Años atrás se realizaron este tipo de apuestas con una inversión mayor, casos de Will Thomas, Caleb Green (ambos procedentes desde la Lega, como el propio Thompson), Jeff Brooks (desde Rusia aunque tras dar sus primeros pasos en Europa en el país transalpino), Jamar Smith o Kyle Fogg. Hay un matiz importante también en temas fiscales. Los que tributan por primera vez en España sólo tienen el 24% de impuestos. Más tarde, se dobla la cifra.

Thompson ha jugado un año en Países Bajos y dos años en Italia, en el mismo equipo del Happy Casa Brindisi, que este año ha pegado fuerte en Italia, con un segundo puesto en la liga regular para ser eliminado por el campeón, la Virtus de Bolonia, en semifinales. Un brote de Covid-19 hizo llegar al equipo al límite al tramo final. No obstante, ha sido una temporada óptima para el equipo de Puglia y Thompson ha emergido como referente. Con protagonismo para decidir y amasar balón, para anotar o asistir. Se ha movido en la horquilla de los 12-13 puntos con 5-6 asistencias en la Lega y la Basketball Champions League. Con buenas aptitudes para defender, no se emplea a tope atrás y es uno de los campos de mejora para un jugador al que se le ve una proyección de Euroliga a corto-medio plazo. Pero tiene que constatarlo antes y el Unicaja es un buen paso intermedio. Se le ha hecho una oferta en los nuevos cánones económicos en los que se va regir el club y la sintonía es buena, pero falta llegar al acuerdo para que fuera el primer fichaje de la temporada.

No es un base puro Thompson y puede ser un indicio de que puede haber más movimientos en el perímetro. Con Alberto Díaz y Francis Alonso, en principio, seguros, Jaime Fernández y Darío Brizuela pueden salir si hay alguna proposición externa que agrade a las dos partes. Especialmente el segundo ha completado una temporada con picos muy altos de rendimiento y puede ser un cupo atractivo para Valencia o Baskonia. Jaime ha pagado la inactividad de una lesión bastante molesta y enfilaría una temporada de final de contrato pendiente de su rendimiento. Ambos, como Díaz y Alonso, tienen contratos progresivos.

Thompson se formó en las universidades de Tennessee, Virginia y Western Kentucky antes de dar el salto al baloncesto europeo, al ZZ Leiden holandés. De allí cambió, tras descollar y ser el máximo anotador de la Liga y MVP y también el máximo anotador de la FIBA Europe Cup, al equipo italiano, en el que se ha consolidado en la Lega y ha sido escogido en el segundo quinteto ideal de la BCL. Su nombre está apuntado en agendas importantes, pero el Unicaja está en ese escalón intermedio.

Darius Thompson está casado con un italiana, Chiara, con la que tiene una hija. “Brindisi me ha dado amor y familia”, decía en una entrevista meses atrás en Il Corriere dello Sport. Por vía matrimonio gestiona el pasaporte y puede ocupar plaza de jugador europeo, algo que dejaría un puesto más libre de extracomunitario. Abromaitis es el único que la tiene actualmente de los jugadores con contrato, aunque su continuidad no es segura.

“No me da problemas ser el jugador que construye o el que finaliza. Todo lo que hago es por el bien del equipo. ¿Elegir entre una asistencia decisiva o una canasta sobre la bocina? Pasar la bola para el tiro del triunfo hace feliz a dos personas”, explicaba el jugador americano, que señalaba que “debo todo a mi padre, Lonnie, que es entrenador. Es quien me enseñó a jugar. Desde pequeño es la persona que siempre admiré”.

“Darius es un jugador muy equilibrado, que aporta de forma significativa al funcionamiento del equipo y tiene un papel fundamental en él, al tiempo que asume muchas responsabilidades”, decía de él Francesco Vitucci, persona clave en su evolución como jugador del jugador por el que el Unicaja ha ofertado.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios