Comienza el viaje

Punto de salida: la estación de AVE de Antequera-Santa Ana. Punto de destino: la historia. El Balonmano Antequera parte esta tarde en tren hacia Zaragoza donde mañana participará por primera vez en la Copa del Rey. El equipo se viste de gala para la ocasión y viaja "más motivado que nunca", según el entrenador, Antonio Carlos Ortega.

Además, no estarán solos: en su primera participación copera, los antequeranos se verán acompañados de 270 aficionados que viajan mañana a las 8:00 en un AVE fletado especialmente para el evento, en el que también viajarán patrocinadores y el propio alcalde de Antequera, Ricardo Millán. A ellos hay que sumar los padres de los jugadores cadetes que celebran la Minicopa a partir del viernes. Y también la de los alumnos del colegio Nuestra Señora del Loreto, que se encuentran de viaje de estudios en el Pirineo aragonés y mañana llegarán al Pabellón Príncipe Felipe para ver a su equipo.

El propio regidor antequerano confiaba ayer en que el desplazamiento de la marea verde consiga ser el más numeroso de todas las ediciones de la Copa del Rey celebradas hasta el momento.

A las cinco de la tarde el equipo antequerano tomará la alta velocidad para llegar cerca de las diez de la noche a Zaragoza. Allí, realizarán su último entrenamiento antes del choque ante el Ciudad Real de 11:00 a 12:00 del miércoles. Será el momento previo de un choque por el que afición y club trabajaron durante la primera vuelta de la Liga Asobal. Las victorias ante Portland o Valladolid, el espectacular partido en casa ante el CAI Aragón o los puntos logrados con sufrimiento ante el Almería o el Teka sirvieron para que, finalmente, el equipo antequerano hiciera historia.

Ahora queda el siguiente paso. El partido. Pero ahí soñar está más complicado. Primero, por el rival. Y, segundo, porque el equipo viaja en cuadro. Chelu Cid y Danimir Curkovic son baja, mientras que el alemán Michael Jahns debe estar entre algodones para jugar. La sorpresa de última hora recae en la figura del director deportivo del club, Quino Soler, quien vuelve a las canchas para paliar las ausencias y aportar su gran veteranía.

Pese a lo difícil de la misión, la mentalización es clara: el Ciudad Real no es un imposible. Y para eso confían en su clasificación para la final de la Liga de Campeones. La resaca del éxito y el cansancio son dos de los factores a los que se agarran en Antequera para lo que sería dar el campanazo de la competición. En ella participarán los ocho mejores equipos de la Liga Asobal al término de la primera vuelta: Ciudad Real, Barcelona, Ademar de León, Portland San Antonio, CAI BM Aragón, Valladolid, Arrate y Antequera. Menudo cartel.