Festival Cine Málaga

María Ripoll: "La comedia está muy mal valorada en este país"

Silma López, María Ripoll y Verónica Echegui

Silma López, María Ripoll y Verónica Echegui / Javier Albiñana

La directora María Ripoll ha acudido este año al Festival de Málaga junto a Verónica Echegui y Silma López, las dos protagonistas de su último proyecto; Yo no soy esa. La cinta se ha estrenado por primera vez este miércoles en el festival, aunque su debut oficial en las salas de cine tendrá lugar el 25 octubre.

El largometraje relata la historia de Susana, interpretada por Echegui, que tras un coma de 20 años, despierta para encontrase como una adolescente en un cuerpo de una mujer adulta del siglo XXI. La trama sigue su evolución mientras navega por un mundo completamente desconocido, enfrentándose a desafíos y aprendiendo a vivir en una sociedad que ha cambiado drásticamente desde los años 90.

-El mundo cinematográfico está repleto de comedias románticas, ¿qué diferencia a ésta de las demás y la hace tan especial?

-María Ripoll: Pues que no es una comedia romántica al uso, está hecha con los nuevos valores que tenemos ahora las mujeres. No es la comedia romántica de antes en la que se está buscando al príncipe azul y amores inalcanzables. La mujer ha cambiado, y valoramos más una amistad con otra mujer o el amor a una misma que la búsqueda del amor romántico a cualquier precio. Además yo soy una gran defensora de la frivolidad, el problema es que la comedia está muy mal valorada en este país, cuando el cine para lo que está hecho es para que la gente desconecte de su vida y se lo pase bien, porque la vida es muy dura.

-Su papel es el de una mujer adulta por fuera, pero realmente en su interior sigue siendo una adolescente. ¿Cómo afrontó la construcción de su personaje, como llevó a cabo ese cambio de mentalidad?

-Verónica Echegui: Fue como un viaje a la adolescencia, volver a las sensaciones que tuve en esa época, a lo que me gustaba, a las cosas a las que daba importancia. Y fue difícil porque creo que en los últimos años, con todos los avances tecnológicos, hay tanto ruido que volver a ese tiempo de antes, donde todos estábamos desconectados de todo ha sido un cambio drástico. Gracias a eso me di cuenta de que antes yo no tenía ese nudo en el estómago que se me forma habitualmente cuando me paso demasiado tiempo mirando el teléfono. Es algo que incluso me hace sentir una sensación de vacío en mi interior.

-¿Cómo se abordó el aspecto cómico y optimista de la película mientras se exploraban temas tan profundos como la identidad y la autoaceptación?

-M. R.: Para empezar, yo creo que el director no es nadie sin el actor. Yo quería expresamente a Verónica para hacer este papel y cuando ella me dijo que sí, ahí fue cuando nos pusimos a trabajar. Y es verdad que el tono es muy fino, y oscila entre la comedia y asuntos que dan para reflexionar. Esa convergencia es algo que puedes lograr como director gracias a una gran actriz. Nosotras empezamos a trabajar desde cero, desde lo que queríamos transmitir con el texto. Y bueno, otra ventaja fue que ya nos conocíamos de otras películas, así que ya sabíamos donde podíamos llegar.

-Se trata de una comedia dirigida por una mujer y protagonizada por mujeres. ¿Creen que sigue siendo un género del cine en el que la mujer tiene todavía que abrirse camino?

-M.R.: Sí, porque lo que sí que es verdad es que el cine de mujeres suelen ser historias intimistas sobre madre e hija, son historias sobre temas que nos importan mucho las mujeres. Pero es que las directoras y las actrices también podemos hacer mainstream, películas comerciales, películas que lleguen más lejos y de mayor presupuesto. Entonces sí, creo que tenemos que abrir camino. Y yo creo que encima que las chicas tenemos mucha más retranca y mucho más cinismo que los chicos a la hora de hacer comedia inteligente.

-¿Qué mensaje esperan transmitir al público a través de la historia de Susana y su viaje de autodescubrimiento?

-V. E.: Para mí Susana está en un mundo donde todo ha cambiado, sus relaciones también, pero lo más importante es el amor propio, es no traicionarse a una misma. En este caso el personaje principal hace un viaje de crecimiento y se da cuenta de que se tiene que hacer responsable de sus decisiones y de su vida, pues solo depende de ella. Entonces el mensaje para mí tiene que ver con eso, con la vida de uno mismo y con aceptar que te haces mayor. Pero que lo más importante es estar en paz con uno mismo, tranquilo y feliz.

-¿Cómo describiría la dinámica entre su personaje, Susana, y Bárbara?

-V.E.: La dinámica entre Susana y Bárbara es la de dos íntimas amigas que se quieren con todo el corazón, pero que cuando están empezando a dar los primeros pasos en la edad adulta se rompe su relación por este imprevisto. Cuando se reencuentran, se dan cuenta de que cada una se aporta lo que la otra necesita, porque cuando se reencuentran una de ellas está en un momento de crisis vital y la otra es la alegría de la huerta, que es lo que su amiga necesita. Pero a su vez  Susana es aérea, no quiere tocar la tierra, no quiere ver la realidad y Bárbara es la que le viene a poner los pies sobre la tierra.

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