Golpe de timón en la fundación de la UMA para aplacar las sospechas

El rector encarga dos auditorías para aclarar la gestión y las cuentas, mientras explora convertirla en una entidad pública

Imagen de la primera reunión del Consejo de Gobierno de la Universidad de Málaga que preside José Ángel Narváez, celebrada ayer.
Imagen de la primera reunión del Consejo de Gobierno de la Universidad de Málaga que preside José Ángel Narváez, celebrada ayer.

Golpe de timón en la Fundación General de la Universidad de Málaga (Fguma). El rector, José Ángel Narváez, ha nombrado al catedrático de derecho administrativo Diego Vera director de este organismo y ha encargado dos auditorías para comprobar la rectitud de su funcionamiento y su situación financiera. Además estudiará convertirla en una entidad sujeta a derecho público.

Narváez trata de cerrar de esta forma uno de los flecos candentes heredados de la ex rectora y actual consejera de Economía, Adelaida de la Calle. La fundación de la Universidad de Málaga había concitado críticas y dudas en primer lugar por tener empleados en puestos de responsabilidad a los yernos de la ex rectora y del ex gerente, José Antonio Molina. Además, el anterior equipo sostenía que se trataba de una institución privada y, por lo tanto, exenta de determinados controles y auditorías públicas, pese a que se financia a través de los presupuestos universitarios y entre sus funciones figura la organización de cursos de verano y de idiomas.

Una de las promesas electorales del rector fue arrojar luz sobre la fundación. Ayer, en la primera reunión del Consejo de Gobierno que preside después de tomar posesión el pasado 13 de enero, informó del encargo de las auditorías, del nombramiento del nuevo director y de su intención de explorar las posibilidades legales para convertirla en fundación pública. Además, explicó que ha ordenado otras dos auditorías para conocer las cuentas y la gestión del Club Deportivo UMA que también funciona como entidad independiente, aunque sostenida con el presupuesto universitario.

Por otra parte, el Consejo de Gobierno de la Universidad de Málaga (UMA) acordó ayer la creación de 40 plazas para profesores titulares, 10 para docentes asociados y 34 para catedráticos, según informó la universidad a través de un comunicado de prensa. La UMA tiene en la actualidad 120 doctores acreditados por la agencia nacional de evaluación (Aneca) para optar a una plaza de profesor titular y otros 80 docentes con plaza propia acreditados para promocionar a catedráticos. El origen de este atasco reside en la tasa de reposición que se ha mantenido desde 2011, que ha impedido cubrir las vacantes que dejaban las jubilaciones. Este año, por primera vez se podrán reemplazar la totalidad de los puestos de los funcionarios que causen baja. La medida permitirá dar salida aproximadamente a un tercio de los doctores que aspiran a una plaza de titular y al 40% de los profesores que esperan acceder a una cátedra. Dentro del área de personal, el rector informó que trabaja en la creación de una nueva relación de puestos de trabajo (RPT).

El Consejo de Gobierno acordó también en su primera reunión las directrices del presupuesto de 2016. La institución académica funciona todavía con el presupuesto de 2015 prorrogado. Las cuentas del año pasado preveían 226,3 millones en ingresos, de los que 39,3 procedían de recursos propios y el resto de transferencias. Para este año, de acuerdo con la información que ayer facilitó la UMA, las transferencias de la Junta ascenderán a 165, millones de euros. Para este ejercicio se ha previsto que los institutos universitarios funcionen por primera vez con un presupuesto diferenciado.

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