Nochebuena solidaria

Los Ángeles de la Noche repartirán 3.000 menús para los más necesitados la noche del 24

Usuarios de los Ángeles Malagueños de la Noche.
Usuarios de los Ángeles Malagueños de la Noche.

La asociación Ángeles Malagueños de la Noche vuelve a poner en marcha una campaña navideña para poder ofrecer a las personas sin hogar una cena de Nochebuena. Y para conseguirlo, pide a las personas que quieran participar que compren un menú para ellos en uno de los asadores de pollo que colaboran con la iniciativa, como es el caso de San Juan, en la calle Herrería del Rey. Allí, solo deben abonar 6 euros y especificar que irán destinados a tal efecto. Así, tiene previsto repartir 3.000 menús, compuesto por medio pollo con guarnición y una tortilla de patatas para cada persona. Se distribuirá, además, una gran cantidad de alimentos perecederos y no perecederos, según informaron desde Ángeles de la Noche. La cesta contiene alimentos de primera necesidad como leche, zumo o legumbres.

El sistema es el siguiente: hay cerca de 20 asadores de pollos repartidos por distintas barriadas de la ciudad de Málaga en los que puede donarse un menú por el precio de 6 euros. El usuario paga ese precio en el establecimiento y luego la asociación recoge los menús donados para después repartirlos. En caso de que el ciudadano no pueda desplazarse o se encuentre fuera de la ciudad, tiene la posibilidad de colaborar también ingresando el importe del menú en la siguiente cuenta de Unicaja: 2103-3034-41-0010031355.

En la Nochebuena del año pasado, cuando la mayoría de las familias estaban metidas en sus cocinas preparando la cena, unos 100 voluntarios repartían alimentos en la explanada de Santo Domingo para que ningún habitante de Málaga pasara hambre. La cita tuvo que adelantarse por la amenaza de lluvia. Pero eso no importó. Y menos para los voluntarios que distribuyeron durante toda la jornada cerca de 50.000 kilos de víveres. En total unas 3.000 personas se acercaron hasta la explanada de Santo Domingo. La cola era la fiel expresión de la crisis. Aprovisionados de cajas y de carritos de la compra, todos hacían cola aguardando su turno. Las personas pasaban con sus carritos y , como en una cadena de montaje, los voluntarios se los iban llenando.

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