Vendimia con buena uva

Las bodegas rondeñas, casi en su totalidad, han iniciado la vendimia de esta temporada. Hasta el momento son bastante cautos a la hora de realizar una primera valoración sobre la producción final, aunque, a priori, se espera que pueda ser algo inferior al pasado año por las condiciones climatológicas que se han tenido este año, en especial, durante la época estival.

No obstante, las primeras uvas que han llegado a los lagares desde los viñedos tienen una buena calidad y hay pocos racimos que se estén desechando, según explicaba uno de los bodegueros que ha iniciado la recogida. "Las primeras uvas están siendo muy buenas", explicaba, al tiempo que uno de los enólogos que trabaja en la zona también confirmaba que las primeras uvas que están llegando desde los viñedos tienen muy buena calidad y prometen que se puedan confeccionar buenos vinos con la añada de 2015. En concreto, las primeras variedades en llegar a los lagares son Pinot Noir, Tempranillo, Merlot y Cardonet.

"Están muy cargadas y las uvas son buenas", decía uno de los vendimiadores que esta semana cortaba uva junto al yacimiento de Acinipo. "No me esperaba que el viñedo iba a estar así este año", decía otro, que también ratificaba a su compañero la buena impresión que se habían llevado tras las primeras horas de corte.

Eso sí, vendimiadores, enólogos y bodegueros mantienen la cautela hasta que la vendimia esté más adelantada y puede comprobarse cómo llegan la totalidad de las variedades que tienen que recogerse para la elaboración de tintos, blancos y rosados que ya salen de la Serranía de Ronda y que han logrado abrirse un importante nicho de mercado. De hecho, en los últimos años algunas de las bodegas están teniendo una importante demanda de blancos y rosados, con especial relevancia de este último, hasta el punto de que algunos distribuidores han pedido un aumento de su producción.

Mientras en los lagares hay satisfacción por la calidad de la uva que está llegando, en los viñedos las cuadrillas se afanan en realizar de forma meticulosa una recolección selectiva de la uva, y es que en la Serranía de Ronda sigue siendo un trabajo artesanal, con corte manual y colocando los racimos en cajas para evitar que la uva sufra en el transporte evitando de este modo acumulaciones masivas.

En este sentido, el presidente de la asociación de viticultores, José María Losantos, destacó la calidad de la uva y calificó la producción como "normal", aunque en un principio se temía que podría ser bastante peor.

Un trabajo duro, pero que se ha convertido en una alternativa para jornaleros rondeños que en estas fechas emigraban a otros países o zonas, especialmente a Francia, o que han encontrado un complemento para sus economías ante la falta de trabajo que existe en los sectores que les empleaban hasta el momento, en especial, aquellos que tenían trabajos relacionados con el sector de la construcción.

No es raro encontrarse cuadrillas en las que se combinan trabajadores experimentados en la labores agrarias con otros mucho más jóvenes, de unos 30 años, que han tenido que aprender este oficio para poder compensar la pérdida de ingresos que han tenido en sus familias.

"Ahora es cuando tiene que ir allí", explicaba uno de los encargados tras llegar con una carga a la bodega tras pasar las primeras horas de la mañana y el sol de justicia había comenzado a producir su efecto sobre los sufridos jornaleros.

Además, se sigue manteniendo las características de las cuadrillas, que han pasado de estar formadas casi en su mayoría por extranjeros a estar compuestas por vecinos de la comarca natural, entre los que tienen una importante presencia los procedentes de la zona gaditana, ya que en estos pueblos se han venido manteniendo históricamente las cuadrillas de vendimiadores.