El calentamiento global más visible en Málaga

Expertos relatan los efectos ya observados por este fenómeno

Málaga/El cambio climático es una realidad en todo el plantea, aunque hay zonas como el sur de la Península donde los efectos están siendo y serán especialmente visibles. Los escenarios que plantean los modelos predictivos en esta zona son para preocuparse. En el caso de la provincia de Málaga las temperaturas podrían subir unos cuatro grados a finales de este siglo si no se hace nada para frenar las emisiones contaminantes y las precipitaciones se reducirían en un 20% respecto a las actuales.

Pero esos cambios aún están por llegar y podrían producirse variaciones en función de lo que el ser humano esté dispuesto a impulsar para tratar de minimizar sus efectos. La realidad, en cambio, es que ya hay consecuencias directas perceptibles en el último siglo achacable al calentamiento global del planeta provocada por la acción humana. El director del Centro Meteorológico de Málaga, José María Sánchez-Laulhé, aseguró ayer en la jornada Cambio Climático y Gestión Local celebrada en el Museo Alborania Aula del Mar que lo que está constatado es que "la temperatura media ha subido más de un grado por incidencia directa del cambio climático" en una tendencia que se ha agudizado en los últimos años que "han sido evidentemente cálidos".

Prueba de ello es que el año 2014 es hasta ahora el más cálido de la serie histórica del aeropuerto de Málaga, de donde se tienen datos en continuo desde 1942, y el segundo puesto lo ocupa precisamente el 2015. De hecho, Sánchez-Laulhé señaló que de los 16 años del siglo XXI "sólo uno ha tenido una temperatura media inferior al promedio que se toma de referencia 1981-2010".

La misma tendencia del aumento térmico se ha registrado en la temperatura del agua del mar de Alborán en las últimas décadas, según quedó de manifiesto en la jornada organizada por el Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas (Crema), en colaboración con el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación Provincial. También más de un grado en el último siglo y a "un ritmo mucho más rápido que en el resto del Mediterráneo", donde el incremento de la temperatura del agua ha sido de 0,4 grados en los últimos años en ñas aguas profundas, es decir, a partir de los 150 metros de profundidad.

En ese caso, sin embargo, el investigador del Centro Oceanográfico de Málaga Manuel Vargas advirtió de que "existen enormes carencias en la observación de los mares" debido a la dificultad de medir su evolución por el volumen y por lo costoso de la metodología. Pese a todo, con los datos de los que se disponen a día de hoy, el experto aseguró que se han producido cambios constatados en las últimas décadas y que están haciendo que "el Mediterráneo sea cada vez más cálido y más salino".

Aunque es evidente que hay una disminución de la precipitación media y un aumento de la evaporación, Vargas indicó que tampoco en este caso todo es achacable al cambio climático y citó como ejemplo el aumento de salinidad que se produjo con la reducción de los aportes de agua del río Nilo con la construcción de la presa de Assuán. Esa variabilidad detectada de seguir así podría tener consecuencias importantes, ya que alertó de que los efectos del cambio climático en el mar Mediterráneo son "más visibles porque se comporta como un océano a pequeña escala".

Las aves, un indicador del cambio climático

Un indicador clave de que algo está ocurriendo con el clima, explicó ayer el investigador de la Universidad de Málaga Antonio Román Muñoz, es que algunas de las especies migradoras transaharianas "se quedan ya todo el año aquí". Un ejemplo es el carricero común que el hecho de que permanezca en invierno en Málaga indica que dispone de mosquito, su alimento fundamental, todo el año, lo cual "no había ocurrido nunca", dijo.

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