Entre paellas y robots, en Carranque

El instituto San José recuerda en sus fiestas anuales la figura de un jesuita ilustre

Un grupo de alumnos preparaba ayer una paella en el patio.
Un grupo de alumnos preparaba ayer una paella en el patio.

Con la llegada del buen tiempo los centros educativos de la provincia inician sus fiestas anuales, no necesariamente de fin de curso. Una excusa para la diversión y la convivencia. Esta semana le ha tocado el turno al Centro de Secundaria y Formación Profesional San José, más conocido en su barrio de Carranque como el del Padre Mondéjar. La figura de este jesuita que impulsó lo que este centro es en la actualidad se recuerda en torno al aniversario de su fallecimiento.

Los actos festivos se iniciaron el pasado miércoles y ni ayer ni el jueves hubo clases en Padre Mondéjar. Un pequeño paréntesis en el último tramo del curso dedicado a la convivencia de alumnos y profesores. También de recuerdo del pasado, pues estamos ante un centro centenario. Según explica su director, José Cruces, el citado centro se fundó en 1906, en calle Refino. Años más tarde se traslada al entorno de Pozos Dulces y no es hasta 1968 cuando encuentra su ubicación definitiva en el barrio de Carranque. Este cambio, precisamente, llegó de la mano del Padre Mondéjar.

En la actualidad el instituto cuenta con unos 1.500 alumnos, entre Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos. El epicentro de las fiestas de estos días ha sido el deporte, aunque el programa ha sido de lo más variado. Había desde paellas hasta robots. Cada clase preparó ayer una a la hora del almuerzo y participaron en un concurso. Sobre los robots, el modulo de electrónica -galardonado a nivel nacional recientemente- ofreció una muestra de sus trabajos. No faltaron los partidos entre alumnos y profesores y las distintas finales de la liga interna del centro. Hoy será el tradicional encuentro con los antiguos alumnos, que también jugarán su partido de fútbol. El broche será el próximo 1 de mayo, cuando se celebre una eucaristía por el Padre Mondéjar. Sin su labor quizá ayer nadie hubiese comido paella.

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