Postales desde el filo

El esqueje

El terrorismo totalitario se vale de la ventaja de operar amparados por las garantías de las sociedades libres

Anuncia ETA que anunciará el abandono de la lucha armada. En realidad ya no es más que un fantasma. El comunicado se podría considerar una fantasmada si no fuese tan ofensivo y si la siniestra imagen de etarras encapuchados no evocase lo peor. Dicen sentir dolor por las víctimas que no tenían una participación directa en el "conflicto". Las otras, las incluidas en el espacio imaginario del "conflicto" cuyos límites ponían ellos, esas víctimas, aunque afirman "sentirlo de veras", sí estaban bien asesinadas. Que para justificar sus crímenes se remonten al bombardeo nazi de Guernika parece una broma. Para nazis ellos. La violencia desatada no tiene justificación posible. Ni el terrorismo de estado, que lo hubo. Una mancha negra en nuestro Estado de Derecho. Pero sólo unas gotas de sangre y de horror en la orgía sangrienta que los etarras perpetraron durante décadas. Ochocientos veintinueve crímenes, secuestros, extorsiones. El 90% cometidos durante la Transición y en la España democrática: el terrorismo totalitario se vale de la ventaja de operar amparados por las garantías y derechos de las sociedades libres. Una iniquidad ante la que los ciudadanos y los Estados pueden sentir indefensión y éstos, a veces, no han resistido la tentación de optar por el camino más corto. Algo injustificable, pero lo cierto es que el terrorismo acaba contaminándolo todo. Hasta las normas más sagradas.

Nada dicen de su fracaso, de la inutilidad de tanta muerte causada. Nada han conseguido. Sólo provocar dolor y desolación. Dejan tras de sí un paisaje de devastación moral. El comunicado es parte del mismo. Como esos obscenos homenajes a los asesinos que regresan tras cumplir sus condenas y son recibidos como héroes en sus pueblos. Esa grave patología social. Ahora que hay tantas películas y series sobre vidas de narcotraficantes, con actores que se lucen interpretando a sociópatas o asesinos psicópatas, podemos hacernos una idea más precisa del perfil psicológico de los etarras.

Ya que ETA ha escrito su propio obituario convendría hacerle la autopsia. Dentro encontraríamos elementos orgánicos del nacionalismo y restos ideológicos de Sabino Arana. Supremacismo y xenofobia ¿les suena? No trato de igualar el nacionalismo que asesina con los nacionalistas demócratas, sería una indecencia por mi parte. ETA ha sido una perversión, una depravación, pero no podemos olvidar que es también un esqueje del nacionalismo.

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