Propuesta para disecar el cocodrilo y poder exponerlo

La aparición el pasado martes del cadáver del cocodrilo del Nilo que hace dos meses fue visto por unos vecinos en la zona de la Majada Vieja de Mijas parecía poner el punto y final a esta extraña historia. Sin embargo, ahora se abre un nuevo capítulo. La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Mijas ha dado luz verde para que se soliciten los permisos necesarios para disecar al animal y exponerlo en algún punto turístico de la localidad.

Así lo anunció el portavoz del Ejecutivo local, del PP, Mario Bravo, quien explicó que será necesario que las autoridades medioambientales den el visto bueno a la petición municipal para proceder a su embalsamamiento. Mientras se logra o no esta propuesta, el Consistorio ya ha iniciado los contactos con varios especialistas en taxidermia para conocer qué fórmulas existen a la hora de disecar el ejemplar de cocodrilo.

Por el momento, no se han dado a conocer las causas del fallecimiento de este reptil, que medía 2,13 metros, era macho y pesaba unos 80 kilogramos. De hecho, el Servicio para la Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se hizo cargo de los restos, los cuales fueron congelados para evitar su putrefacción. También los agentes de la Benemérita recogieron pruebas en el lugar en el que fue hallado el cadáver y examinaron el cuerpo para ver si tenía algún tipo de marca distintiva que aclarase su procedencia.

A lo largo de los próximos días, según informaron fuentes del Instituto Armado, se procederá a realizar una necropsia para determinar las causas exactas de la muerte del animal. Además, el dispositivo de seguridad desplazado al lugar sigue activo para descartar que haya otro tipo de animales alóctonos, es decir, que no sean propios de la zona.

El cocodrilo se encontró en el aliviadero de una de las lagunas principales de la Majada Vieja, un área que se encuentra muy próxima a la urbanización La Mairena y de los términos municipales de Marbella y Ojén. A simple vista, según informó el gerente del Cocodrilos Park de Torremolinos, Enrique Prieto, el ejemplar no presentaba ningún traumatismo severo, aunque sufría algunos arañazos y junto a él se halló un rastro de sangre.

Este especialista, que participó en la búsqueda, cree que las continuas batidas que se realizaron en el lugar para encontrarlo pudieron provocar que el cocodrilo del Nilo decidiese emigrar a través del cauce hasta una laguna inferior, por lo que durante el trayecto pudo sufrir alguna caída o golpe que acabase con su vida.