Transita por los extremos la temporada del Unicaja. El equipo malagueño afronta el segundo de los tres partidos seguidos que tiene en el Carpena. Se esperaba un tramo sólido y revitalizador después de tropezar en Oldenburg, primera derrota en esta Eurocup, pero el Estudiantes pescó en río revuelto. Ahora llega el Trento, también con necesidad. Saca el escudo Luis Casimiro, como todo entrenador en la derrota, que insiste en que lo que chirria es lo que se hace en el aro contrario. El partido contra el Estudiantes es fiel reflejo, con muchos momentos de impotencia. Es curioso y define bien las características de la plantilla.

Una nueva noche sin Alberto Díaz, cuya ausencia está siendo más problema de lo que se preveía. "Alberto equilibra, pone a cada uno en su sitio, pone a cada uno en sus funciones. Eso nos está faltando", decía el entrenador. Coincide además con un momento discontinuo de Jaime Fernández, que tiene disculpa por las molestias en el talón que no desaparecen al completo. Tampoco salió esa versión diferencial de Adams, que suele dependen en exceso de su acierto.

Los transalpinos están en la bisagra del grupo, con 2-2. 3-1 tienen los cajistas, el Galatasaray y el Arka Gdynia. Un equipo físico, con varios jugadores muy interesantes. No requiere de presentación Ale Gentile, talento por castigo. Es el capo de los de Brienza en una nueva experiencia en su país tras una corta aventura en la ACB. Viene de meter 29 puntos en la Lega. Aaron Craft es el máximo asistente de la competición con ocho pases por partido, un base puro. Dejará el baloncesto por la medicina en unos meses. Por dentro Knox campa a sus anchas e impone su físico. El principal campo de mejora colectivo está en los rebotes de ataque, donde no llegan a las dos cifras. Es una rémora para los transalpinos, que perdieron dos partidos en casa ya. Vencieron en Montenegro al gris Buducnost en su única salida.

No hay demasiadas urgencias clasificatorias, más allá de resolver la papeleta cuanto antes y sellar la clasificación para la siguiente fase, donde ya sí importa cada partido. Hay más necesidad en el aspecto mental, de confianza. También de echar el cerrojo en el Carpena, donde ya hubo dos fugas en la Liga Endesa. El domingo vendrá el Betis. Luego toca una semana exigente de viajes, a Podgorica y a la capital de España, donde espera el Real Madrid. La experiencia demostró que conviene no adelantarse y valorar cada día y rival.