Unicaja Baloncesto | Eurocup Top 16

Calma con ambición

  • El vestuario se prepara para uno de los primeros picos de la temporada

  • "Son dos equipos que el año pasado estaban en la Euroliga, será muy complicado", dice Alberto sobre el Top 16

Kyle Wiltjer y Adam Waczynski celebran una canasta.

Kyle Wiltjer y Adam Waczynski celebran una canasta. / marilú báez

Poco a poco la temporada va entrando en cauces más estrechos. Le pusieron a pocos días de que acabe el 2018 pocos palos en las ruedas al carro del Unicaja de Casimiro. El proyecto avanza con contundencia en un inicio sorpresivo por la sobresaliente respuesta desde el primer metro en marcha. Con 22 partidos oficiales jugadores (12 de ACB y 10 de Eurocup), en ninguna competición se marcha a remolque. Se cumplen los objetivos prestablecidos en los albores del curso.

La Copa del Rey está cerca, faltan cinco jornadas para el cierre y cabría la posibilidad de que los cajistas viajasen a Madrid en febrero aun perdiendo lo que resta de la primera vuelta. La realidad invita a pensar en otro escenario, ser cabeza de serie. La inercia es esa, recuperar una insignia que en la época reciente se escapó. No da seguridad, pero sí hace, a priori, más sencillo salir con vida de la primera criba. De momento hay un trecho de dos triunfos con el quinto clasificado, el Iberostar Tenerife, lo que otorga cierto margen. Los isleños serán rival el 6 de enero en el Carpena. Antes el Baskonia, se comparte balance, un partido que puede impulsar y, como mínimo, situar en la tercera plaza.

No es el único foco sobre el que gira la actualidad malagueña. La Eurocup atrae el otro porcentaje equidistante. Los de Casimiro salieron indemnes de la primera guadaña, pero el asunto ahora se recrudece. Asoma el Top 16, que empina la cuesta de enero. El Grupo G es seguramente el más completo de los que se definieron en los nuevos cruces. Cuatro equipos con títulos europeos en este siglo, disfrutando tres de ellos de la Euroliga el curso pasado. Es un evidencia que el nivel pegó un salto reseñable.

El vestuario es consciente. "Contentos por la primera fase que hicimos, hay que darle mérito al segundo puesto", decía Jaime Fernández tras la victoria frente a Turín, una sensación que comparte con Alberto Díaz: "La valoración es buena, trabajamos bien. Eran equipos complicados por su estilo de juego. Acabamos segundos, nos hubiera gustado primeros, pero el Unics es un gran equipo. Al final avanzamos de ronda, que era lo que queríamos".

El malagueño, ya en la onda del resto del equipo, profundizaba sobre las nuevas piedras en el camino. "¿Qué vamos a decir? Son dos equipos que el año pasado estaban en la Euroliga, por lo que son muy duros y muy complicados. El otro está en una liga potente y en auge, lo que les hace muy peligrosos", explicaba el base, que tiene uno de sus mejores recuerdos baloncestísticos en el parqué de La Fonteta, donde regresará el próximo 2 de enero para iniciar el Top 16.

Percepción que ya compartió el capitán de la nave. "Parece un grupo fuerte, complicado y atractivo", deslizaba Casimiro, que no ahondó en muchos más detalles: "Son tres equipos muy consolidados. Estrella Roja un clásico de las competiciones europeas y Limoges igual. A Valencia lo conocemos". "Tenemos que pasar a la siguiente ronda, es el objetivo clarísimo", terminaba con rotundidad.

Un discurso que casa con el del club de Los Guindos, que destila calma mezclada con ambición. La sensación de que el equipo aún no abrazó su techo da garantías de cara a una temporada que va dibujando retos sugerentes a la par que arduos. Son los siguientes desafíos de este Unicaja.

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