Los cambios en los días se producen durante todo el año, pero tal vez sea septiembre el mes que más los pone de manifiesto. El anochecer ya no espera a las nueve de la noche en la provincia de Málaga, el sol es más suave (en las últimas semanas ha caído un par de puntos el índice de radiación ultravioleta), y las temperaturas suelen ser más agradables. Los entornos naturales toman resuello antes de que lleguen las lluvias y en la geografía malagueña se asientan pueblos que viven un momento perfecto para ser visitados, sin desmerecer otras épocas del año como la primavera (que suele sentar bien a casi todas las localidades). La temperatura y los factores especiales del último mes del verano se ven apoyados por la capacidad de desconexión y las sensaciones agradables que proveen muchas localidades de la provincia que conformarían una lista casi interminable.

Yunquera

Es uno de los pueblos imperdibles de la Sierra de las Nieves, supone una puerta para este parque nacional de gran valor ecológico y en esta época del año es especialmente reconfortante disfrutar de la sombra de los pinsapos. Además de sus calles y del patrimonio histórico de la propia localidad, tiene zonas muy bonitas para los amantes de la naturaleza. El entorno de la central eléctrica San Pascual tiene varias zonas de senderismo en torno a barrancos, pozas de agua y paisajes preciosos. Otro punto que merece la pena es el nacimiento del río Grande. Cerca de Jorox, la aldea en la que el agua y las cascadas son protagonistas y también de un enorme pinsapar en el que se pueden ver árboles especiales como el pinsapo candelabro. Es un sitio perfecto para los amantes de la naturaleza y el aire libre.

Cañete la Real

Está encuadrado en la comarca del Guadalteba y está cerca de la serranía de Ronda, la provincia de Cádiz y otros municipios muy bonitos como Ronda, El Burgo o Ardales. La población se asienta en un lugar especial del territorio y está dominada por el castillo de Hins Canit que está bien conservado y se pude visitar. Además, ha convertido sus calles de trazado musulmán en juegos para toda la familia y esto le da un punto diferente a una localidad que ya de por sí tiene bastante patrimonio histórico que cuenta incluso con un convento habitado que produce exquisita repostería. Un buen lugar para disfrutar en esta época del año en el que las temperaturas son más suaves y permiten disfrutar de esta parte de la provincia.

Comares

Terminando o recién acabada la vendimia, La Axarquía tiene un color y un olor especial. Comares es un pueblo especial enclavado en una cima que no sólo lo hace diferente, también lo convierte en un auténtico balcón sobre el Mediterráneo y la zona Este malagueña. El legado de su amplia historia en sus calles, su castillo, la gran cantidad de miradores en torno al casco urbano, el vino, los verdiales, las pasas, su gastronomía en general y su espectacular tirolina son sólo algunos argumentos para pasar un buen día de septiembre en Comares, uno de esos pueblos que impresionan vistos desde la distancia y seducen cuando se visitan.

Rincón de la Victoria

Sus playas y los boquerones vitorianos pueden ser dos de los puntos más conocidos de un municipio que cuenta con varias poblaciones que ofrecen planes prácticamente para todos los gustos. En septiembre se puede aprovechar el clima para una buena jornada de playa, visitar la espectacular y repleta de historia Cueva del Tesoro y disfrutar de las sardinas y los boquerones de la zona que aunque septiembre tiene erre, aún están en un momento perfecto de sabor y calidad. Uno de los municipios que pertenece a Rincón es Benagalbón que a mediados de septiembre tiene una buena cita con los verdiales que es una explosión de alegría. También es una zona de vino y pasas como gran parte de La Axarquía.

Torremolinos

Es un transatlántico turístico que ofrece gran cantidad de opciones de ocio a sus visitantes. Desde seguir los pasos de John Lennon o Camarón de la Isla por la historia del municipio hasta lugares frecuentados por reyes durante siglos como el Molino de Inca, que hoy en día es un bonito jardín botánico en el que el agua es la gran protagonista. Otro punto con encanto es el palacio de Los Navajas, un lugar con encanto y que provee de bonitas fotografías y que está escondido frente al mar. Su encanto es más visible en septiembre cuando el gran aluvión turístico de los meses de julio y agosto ya no es tal y el clima y sus playas siguen siendo igual de confortables. Además, su patrón es San Miguel y eso significa que su feria es a finales de septiembre, con los primeros compases del otoño.