Colegios caídos en el olvido

En el colegio Miguel Hernández, en El Palo, sólo hay nueve solicitudes para sus 25 plazas ofertadas para 3 años. El director de este centro educativo se sabe ya la canción. "Aquí no hay tantos escolares como plazas se ofertan por la zona y siempre tenemos vacantes. La gente prefiere los concertados", dice José Durán.

Pero su caso no es el único en la zona. Cerca de allí, al Antonio Gutiérrez Mata también le faltan niños. En concreto, tres. "Pero seguro que luego vienen procedentes de otros sitios, principalmente los concertados de la zona que tienen mucha más demanda", afirma su directora, Mayte. Así, la demanda es muy superior en León XIII, La Presentación, La Anunciación... "todos concertados". Así está igualmente el Jorge Guillén, a 500 metros del anterior. "Aquí ya no se construye", dice Francisco Javier Pérez, el director. "Nuestras clases nunca se terminan de llenar. Hay mucha descompensación de oferta y población", añade José Durán.

Frente a la espectacular demanda de colegios de barriadas como Teatinos o municipios de la Costa del Sol como Mijas, existen otros que casi no aparecen en los listados oficiales. Sucede que los padres apenas se acuerdan de ellos a la hora de matricular a sus hijos por primera vez en un colegio, prefiriendo la opción del concertado que tengan cerca. El caso de El Palo es evidente.

Pero la situación de los centros anteriores se puede considerar casi privilegiada frente a la del colegio Intelhorce. Con una barriada en depresión tras el cierre de la fábrica textil y con las nuevas promociones de viviendas aún sin entregar, el colegio sólo ha recibido ocho solicitudes para el próximo curso. "Al final tenemos siempre que unir cursos porque apenas viene gente. La población está muy diezmada", afirma el director, Francisco Teba.

Tampoco cubren todas sus plazas en centros como el Neill, situado cerca de la barriada de Los Corazones. Su directora, Concha Nabarca, afirma que "aún hay plazas libres". Igual ocurre en el Victoria Kent, donde aseguran que desde la apertura del colegio Clara Campoamor "todos los padres eligen aquel centro". "Y nosotros nos quedamos sin niños", añade.

En otros sitios, como en el Lex Flavia, en El Ejido, no entienden la preferencia de los padres por los concertados. "Nosotros ofertamos comedor, aula matinal, actividades extraescolares, plan de acompañamiento, colaboramos con la liga malagueña para el refuerzo de estudios...", dice el director, Luis Miguel Sánchez. Pero frente a eso, siguen faltando plazas en centros como Divina Pastora, La Goleta o Cervantes. "Y al final nos surtimos de los niños que no pueden entrar en esos colegios, qué le vamos a hacer", concluye el docente.