Los vecinos más anónimos del Caminito

El paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes acoge la comunidad de anfibios más oriental de la provincia, donde la Junta de Andalucía les ha habilitado puntos de agua para su conservación

Los vecinos más anónimos del Caminito
Los vecinos más anónimos del Caminito / Rafael A. Haro

Málaga/El paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes se ha hecho internacionalmente conocido por la existencia de uno de los senderos más espectaculares del mundo, el Caminito del Rey, por sus pasarelas colgadas que desafían al vacío en algunos tramos a más de 100 metros de altura sobre el río Guadalhorce. Pero este espacio protegido, que recibe su nombre de las impresionantes gargantas rocosas que comenzaron a esculpirse hace miles de años por el paso del agua, no sólo destaca por eso. Pocos saben que alberga la comunidad de anfibios más oriental de la provincia, una heroicidad al tratarse de una comunidad aislada espacialmente y con un régimen de precipitaciones que limita su capacidad de reproducción.

Son los vecinos más anónimos del Caminito del Rey que pasan desapercibidos para el gran público, pero que no por ello tienen menor importancia ecológica y valor natural. Son los anfibios, pequeños vertebrados de sangre fría, que pasan una primera fase vital acuática y una segunda terrestre, y que han encontrado en este espacio un aliado para su conservación. Desde hace años, la Delegación Territorial de Medio ambiente y Ordenación del Territorio trabaja para conseguirlo. No es tarea fácil en una zona donde no llueve todo lo que necesitan algunas de estas especies para su reproducción y en una sierra aislada de otras comunidades de anfibios donde la relación entre especies es prácticamente imposible. Pero gracias al empeño de técnicos como el director conservador de este paraje natural, Rafael Haro, el hábitat de estos pequeños vertebrados tiene el futuro garantizado.

Los anfibios necesitan agua para su fase larvaria y dependen del agua de lluvia

Sólo necesitaban pequeños cuerpos de agua en los que sus huevos y larvas se libren de la depredación de peces y galápagos y puedan completar el ciclo. En los últimos cinco años se han creado 15 nuevas charcas y dos nuevos abrevaderos y se ha sellado un pozo que constituía una verdadera trampa para anfibios y reptiles, al permitir la entrada pero no la salida de estos animales.

Algunas charcas tienen unas dimensiones de seis metros de diámetro, mientras que otras no tienen más de un metro aunque suficiente para que los anfibios se desarrollen en su fase larvaria y puedan realizar la metamorfosis que dará lugar a la fase terrestre. Así, explicó "hemos logrado que se vayan montando pequeñas poblaciones interrelacionadas" gracias a estas charcas temporales mediterráneas, realizadas en terreno arcilloso que se llenan con el agua de la lluvia y que son el punto de cría de los anfibios entre los meses de invierno y primavera.

En estos pequeños hábitats, cada año las hembras de ranas, sapos, sapillos y salamandras ponen sus huevos o larvas, que semanas o meses después en función de cada especies darán lugar a las nuevas generaciones que permitirán la persistencia de las poblaciones de anfibios porque "sin esas charcas no tienen futuro", advirtió el director conservador de este espacio. En él conviven seis especies de anfibios, dos de ellas consideradas endemismos del sur de España y que son la salamandra común y el sapillo pintojo. La variedad de salamandra común únicamente se encuentra en la provincia de Málaga y en la vecina de Cádiz, y en las sierras de este paraje natural tiene una población totalmente aislada del resto de las existentes lo que la hace más vulnerable. En el caso del sapillo pintojo es una especie de interés comunitario a la que es necesario prestar especial atención a su conservación, aunque ni estas dos ni los sapos común y corredor, la rana común y el gallipato que también están localizados en el Desfiladero de los Gaitanes están incluidas en el Catálogo de especies Amenazadas.

Este año, después de los dos anteriores que fueron seco, las lluvias han estado a la altura y las charcas creadas han recogido suficiente agua como para atraer la atención de sapos, sapillos, ranas y salamandras, que han realizado en ellas sus puestas garantizando su reproducción. El gallipato, distribuido en una zona cercana, se espera que lo haga pronto también en estos hábitats creados al disponer ya de una red de puntos de agua garantizada.

Por las razones que sea, Haro aseguró que son "especies que cuesta más que se crea en la necesidad de su protección", pero no por ello menos importantes

Por suerte en la provincia hay numerosas poblaciones de anfibios, aunque la más rica en cuanto a especies es la más cercana a la provincia de Cádiz al haber más agua. El mérito del Desfiladero de los Gaitanes, según Juan José Jiménez, biólogo y técnico de apoyo al paraje natural de la empresa Tragsatec, es que "pese a todo sigue teniendo muchas de las especies que hay allí". Su trabajo no ha terminado y tienen claro que seguirán mejorando el futuro de los anfibios.

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