Todos con Víctor Sánchez del Amo y nadie con Abdullah Al-Thani. Es el mejor resumen que se puede hacer de la nueva crisis del Málaga. El técnico, apartado de sus funciones por el club horas después de trascender públicamente un vídeo suyo de contenido íntimo, tiene de su parte a los aficionados, que se manifestaron ayer en diversos puntos; a los jugadores, que hicieron un comunicado público; y a distintas personalidades del mundo del fútbol, la política y otros sectores. En las antípodas, el presidente de la entidad. El jeque Al-Thani, cuya popularidad está por los suelos, reventó el vestuario blanquiazul apartando al entrenador, que había denunciado que era víctima de extorsión.

Estuvo movido el miércoles. El equipo tenía que regresar al trabajo después de dos días de descanso tras la cita con el Oviedo. Los jugadores fueron desfilando por la entrada del Ciudad de Málaga desde antes de las 10:00 horas, sin realizar declaración alguna. También otros cargos del club como Manolo Gaspar y Duda. Richard Shaheen no fue visto al entrar pero sí que se reunió con el equipo durante unos 45 minutos junto al director deportivo. Al poco, saltaron al césped los futbolistas, dirigidos por David Dóniga, ayudante y hombre de confianza de Víctor.

Hubo una gran presencia de medios de comunicación antes, durante y tras el entrenamiento, a pesar de que el club anunció que sería a puerta cerrada. El tema había corrido como un reguero de pólvora y se hicieron eco medios prestigiosos de otros países, abriendo informativos, magazines y diarios a nivel nacional durante todo el día.

También desde la política hubo ecos. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, mostró al mediodía su prudencia en este asunto al asegurar que no disponía de elementos de juicio suficientes para pronunciarse. La subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, confirmó que la Policía Nacional investiga estos hechos.

Paralelamente, Fondo Sur 1904 convocó a los aficionados en la esquina de La Rosaleda donde se sitúa la tienda oficial a las 17:45 horas. Alrededor de un centenar de malaguistas acudieron a la llamada, realizada a través de las redes sociales. Se quemaron algunas imágenes del presidente del Málaga, Abdullah Al-Thani. Otros seguidores blanquiazules optaron por ir a la entrada del hotel Guadalmar, donde reside Víctor Sánchez del Amo, a mostrarle su apoyo y reclamar su presencia.

Durante la tarde, tras todo un día de silencio público, llegó el esperado mensaje de “apoyo total” del vestuario, que chocaba en el tiempo con el anuncio del club de la comparecencia de Richard Shaheen ante los medios pero sin aceptar preguntas para el viernes al mediodía en La Rosaleda y también que los entrenamientos serán a puerta cerrada a partir de ahora.