Ronda

Ronda recupera la nueva normalidad

Terrazas situadas en la Carrera Espinel de Ronda.

Terrazas situadas en la Carrera Espinel de Ronda. / Javier Flores

Los carteles con las limitaciones de aforo han desaparecido este viernes de buena parte de las entradas de los bares, restaurantes y comercios de Ronda tras entrar el distrito de la Serranía en nivel 0 y recuperar la nueva normalidad. Eso sí, no todos los hicieron y algunos han dejado los carteles en las puertas o simplemente los taparon con algún objeto. “De momento lo voy a dejar puesto, vamos a ver la evolución”, explicaba la propietaria de una pequeña tienda de alimentación. Otros no se habían percatado de la presencia de los carteles hasta que les preguntaron por las limitaciones de aforo.

Mientras tanto, en la principal calle comercial de la ciudad del Tajo a la entrada de las tiendas ya solo luce el cartel de la obligatoriedad de mascarilla en la inmensa mayoría de los locales. No obstante, son los propios clientes los que se autoregulan. “No hace falta ya ni tenerlo, la gente cuando ve que varias personas están dentro directamente no entran”, explicaba la dependiente de una concurrida tienda de ropa deportiva. En la mayoría de las tiendas la situación no ha cambiado mucho y todo fue muy parecido a la vivida en día anterior cuando todavía se aplicaban las restricciones.

Por su parte en los bares también había dudas entre los propios clientes, a pesar de la eliminación de los aforos seguían las reticencias. “Seguimos igual, los clientes siguen sin entrar a las mesas más interiores, se quedan en la terraza o las más cercanas a la puerta”, afirmaba Pedro, propietario de la cafetería.

Incluso hay locales que directamente han optado por no ampliar la capacidad que tienen sus establecimientos en estos momentos a espera de que se confirme la tendencia a la normalización en la incidencia del coronavirus. Es el caso de Casa Mateos o Tragatá, dos de los locales de restauración más concurridos del centro de la ciudad y en los sus responsables han optado por esperar.

“De momento vamos a seguir como estábamos”, indicaba Alba Mayo, responsable de Casa Materos. Una decisión similar a la adoptada por Merche Piña en Tragatá, local de tapas del biestrellado chef Benito Gómez en el que hasta la próxima semana no tienen pensado plantearse una posible ampliación de los aforos actuales.

Eso sí, la vuelta a la normalidad era motivo de conservación casi obligado en los corrillos, aunque no todos terminaban de fiarse y muchos aseguran que seguirán utilizando las mascarillas y manteniendo las distancias. Otros seguían teniendo muchas dudas sobre lo que realmente cambiaba, en especial, sobre la utilización de la mascarilla y las distancias de seguridad.

A pesar de la prudencia y las dudas en las zonas interiores, en las terrazas sí que se notaba un mayor ambiente y una cierta sensación de libertad entre los clientes. “Ya era hora de poder liberarnos un poco de tanto control, aunque tengamos que seguir utilizando las mascarillas en algunos sitios”, señalaba Isabel González mientras se disponía a estar e una tienda de ropa.

De igual modo, las barras también volvían a recuperar a cierta normalidad, aunque todavía había clientes que preguntaban si podían ya usarse. Mientras tanto en los locales con espacios más pequeños sí que se respiraba cierto alivio al poder ampliar la capacidad de recibir clientes dado el poco margen que les dejaba la anterior normativa. No obstante, recibieron los cambios con cierta prudencia a la espera de que se pueda consolidar esta tendencia.

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