El día después

El tripartirto empieza a gestarse en Córdoba

  • Un cogobierno del PSOE, Ganemos Córdoba e IU comienza a tomar fuerza Los socialistas dejan claro que no negociarán ni con el PP ni con UCOR. Ganemos se ciñe al programa para conversar e IU no quiere ser "comparsa".

CONOCER a ciencia cierta quién será el alcalde o alcaldesa de Córdoba el próximo 13 de junio es una incógnita, pero algo se está moviendo ya. Las opciones son dos: un gobierno del PP o un tripartirto entre PSOE, Ganemos Córdoba e Izquierda Unida. Es esta última posibilidad la que más fuerza cobra conforme pasan las horas y se digieren los resultados del domingo. Acuerdo no hay, cierto, pero ya empieza a gestarse esa posibilidad. La primera condición que se tiene que dar para que el pacto no se produzca es que uno de los tres actores diga rotundamente que no, algo que no ha sucedido hasta ahora y que todo apunta que no va a suceder. Es más, podría decirse que los tres se dejan querer, aunque unos más que otros.

El más interesado, al menos a priori, es el PSOE, que se ha convertido en la segunda fuerza política de Capitulares y su candidata, Isabel Ambrosio, está llamada a liderar cualquier negociación posible. Hasta ahora, Ambrosio ha preferido callar y dejar pasar los días, si bien desde la dirección de su partido dejaron ayer bien claras cuáles son sus intenciones. El secretario de organización, Antonio Ruiz, abundó en que su obligación es la de tratar de articular una mayoría en Capitulares como segundo partido del plenario y que en eso se van a centrar próximamente. Aunque no abundó en el asunto, es evidente que a los socialistas les podría valer ese acuerdo para asegurar un gobierno tranquilo en la Diputación, a cuya gestión regresan después de cuatro años.

Otro punto en el que ha incidido Ruiz es que su partido "jamás" ha hecho una defensa a ultranza de que gobierne la lista más votada, como sí ha hecho el PP, y argumentan que ni siquiera han hablado en esos términos en la Junta de Andalucía y en el Parlamento regional, donde reprochan al resto de grupos -según el secretario de organización socialista- que no han articulado una mayoría alternativa en la Cámara, mientras que el PSOE tiene la suficiente fuerza como para tomar las riendas del nuevo Ejecutivo autonómico. Con este argumento, los socialistas afirman que su obligación es la de tratar de conformar ese gobierno de la izquierdas en la capital y en el que entrarían hasta tres partidos.

Pero volviendo al Ayuntamiento, Ruiz también despejó dudas al asegurar que el PSOE no tiene nada que negociar en Capitulares ni con el PP ni con UCOR. O sea, blanco y en botella.

Ganemos Córdoba es el segundo elemento a tener en cuenta para un tripartito. Tienen sus líneas rojas e irrenunciables, pero una negociación tiene muchos flecos. Además, la sensación que transmiten es que hay ganas de cambio y están convencidos de que pueden ser una pieza muy importante en el nuevo gobierno municipal, ya que vienen a cambiar las formas de hacer política desde el Consistorio. Otras voces apuntan a un apoyo de investidura para fiscalizar después al gobierno desde la oposición. Lo que es seguro es que cualquier decisión que se adopte no está en manos exclusivas de los cuatro concejales de la agrupación de electores, sino que todo paso que se dé debe ser ratificado por la asamblea de la formación. En esas asambleas tiene un peso específico Podemos y a nadie escapa que en el seno de este partido hay quien no ve claro un acuerdo con los socialistas, sobre todo después de cómo se las están teniendo estos dos partidos en el Parlamento andaluz a cuenta de la investidura de Susana Díaz. Por el momento, los dirigentes de Ganemos reivindican su independencia, pero a nadie escapa que Podemos tiene y tendrá mucho que decir en ese posible tripartito en Córdoba.

La tercera unidad del posible acuerdo es Izquierda Unida. Y, como el resto de interesados, tampoco ha cerrado la puerta a un acuerdo. La valoración de sus líderes no ofrece dudas en este sentido y si hay algo que tienen claro en la federación de izquierdas es que el PP no va a gobernar en el Ayuntamiento de Córdoba durante los próximos cuatro años. Cristalino.

El candidato a la Alcaldía, Pedro García, pese a lo agridulce de la noche electoral, ha llegado a la conclusión de que está satisfecho por el resultado obtenido -cuatro concejales- y porque además, serán clave en el próximo gobierno de la ciudad. Mientras que en Ganemos Córdoba defienden una serie de líneas rojas, en IU están pendientes de otras cuestiones. La primera, que no entrarán como "comparsa" en el Ayuntamiento. La segunda, que la coalición ya tiene la experiencia de lo que le ocurrió con Susana Díaz en el Gobierno andaluz y quieren atar todos los cabos, en ese futuro tripartito, para que no se vuelvan a dar situaciones como aquella. Pero, además, en IU Córdoba saben que cualquier decisión sobre acuerdos de gobierno tiene que pasar irremediablemente por los órganos del partido.

Aunque el tripartito parece que empieza a gestarse, los números indican que el PP de José Antonio Nieto es ganador claro de las elecciones del domingo. Por ello, el alcalde en funciones también está moviendo ya sus fichas y, aunque asegura que su objetivo no es romper acuerdos o facilitar otros para que el PP siga gobernando, sabe que "no es evitable" el pacto entre PSOE, Ganemos e IU. Nieto dijo ayer que "hay una duda" ante algunos aspectos del recuento "que habrá que valorar" y una distancia muy corta entre un posible escaño, el número 12 del PP, y el séptimo del PSOE, que hay que dilucidar en los próximos días. No obstante, reconoció que "hay unas fuerzas que podrían constituir una mayoría de gobierno", y que "la obligación es buscar estabilidad y tratar de facilitar el mejor gobierno posible, el más sólido y el más fuerte", ha sostenido. "Para mi la realidad no es romper acuerdos o facilitar otros para que el PP siga gobernando", apuntó el alcalde en funciones, quien apostó porque la ciudad "tenga gobernabilidad, no se resienta y salga fortalecida" con el resultado de las elecciones. Para ello, ayer mismo inició una ronda de contactos con todos los candidatos, a excepción del líder de UCOR, Rafael Gómez, con quien no pudo hablar, y que, según indicó, tuvo "una respuesta muy positiva".

Destacó la "cordialidad" de su charla con la candidata socialista, Isabel Ambrosio, que es quien hoy por hoy tiene más posibilidades de hacerse con el gobierno, y con el candidato de Ganemos, Rafael Blánquez, que explicó a Nieto que tendrá que consultar todos los movimientos con su formación por el carácter asambleario de la misma. El regidor reconoció que le hubiera gustado "otro resultado", pero que en su carrera ya se ha enfrentado a "otros momentos en los que, aun habiendo ganado las elecciones, no resultaron agradables". "Quiero que mi ciudad avance y mejore sea quien sea el alcalde, sean quienes sean los partidos que estén en el gobierno. Y, por encima de cualquier interés partidista, a mi me preocupa que Córdoba vaya bien", concluyó.

Pero si los movimientos de unos y de otros están claros nada más conocer los resultados, otra cosa muy distintas es la de fijar un plazo para esos posibles acuerdos. Así, la intención es la de establecer un margen de reflexión coincidiendo con la Feria de la Salud y a partir de la semana que viene intensificar los contactos entre los partidos. Como aviso, ya hay quien ha puntualizado que se prevén largas. Era de esperar.

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