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Málaga y el retablo de las maravillas
Si usted, lector, no ve los prodigios por los que esta ciudad se ha convertido en la envidia del mundo entero, afirmada en la primera posición de todos los rankings, es que seguramente tiene un problema muy serio. Regreso al Cementerio Inglés de Málaga. Málaga: son como niños.
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Regreso al Cementerio Inglés de Málaga
El tiempo sigue detenido en esta decadencia revestida ahora de atractivo nocturno, la otra cara del éxito, depositaria fiel de la memoria de una ciudad lotófaga, demasiado obstinada en olvidar para siempre. Málaga: son como niños. Málaga y los movimientos geopolíticos.
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Málaga: son como niños
La evolución de la ciudad, especialmente en el Centro, se ha dado en los últimos años en términos de infantilización, como dirigida a una minoría de edad perpetua para la satisfacción del cliente. Málaga y los movimientos geopolíticos. Historia de dos Málagas.
Málaga y los movimientos geopolíticos
Nuestra querencia futbolística únicamente entiende los éxitos por títulos, pero igual la mala experiencia con la dichosa Expo entraña una oportunidad para pensar la ciudad de otra manera. Historia de dos Málagas. Málaga: voy a pasármelo bien.
Historia de dos Málagas
La histórica polarización social de la ciudad continuará, inevitablemente, en la medida en que se sigan asignando al desarrollo mecanismos económicos en sí polarizados: para que una Málaga crezca, otra tendrá que mermar. Málaga: voy a pasármelo bien. Málaga: la ciudad nómada.
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Málaga: voy a pasármelo bien
La proyección constante de la Málaga divertida no admite objeciones: la única gestión en materia turística es la del cuanto más mejor, pero en otras ciudades ya se están asumiendo límites, a veces dolorosos. Málaga: la ciudad nómada. Málaga o los malagueños.
Málaga: la ciudad nómada
A la nueva definición de ciudad, concebida como un negocio, le sienta bien el dinamismo de los lugares de paso, pero lo difícil será establecer un equilibrio justo con el arraigo que precisa la ciudadanía. Málaga o los malagueños. Málaga: donde hay un río.
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Málaga o los malagueños
A nadie se le habría ocurrido pensar hace sólo una década que la ciudad puede ser el peor enemigo de los ciudadanos, pero la historia nos revela que esta adversidad es recurrente. Y sus consecuencias, invariables. Málaga: donde hay un río. Málaga: la fuerza de la costumbre.
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Málaga: donde hay un río
Si, culminado a toda costa el proceso de mercantilización, cada vez resulta más difícil ver a las ciudades como lugares donde vive gente, qué diremos de su controvertida definición como entornos medioambientales. Málaga: la fuerza de la costumbre. Málaga: el verano de nuestra vida.
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Málaga: la fuerza de la costumbre
Siempre se cuenta con que la población se hará a la idea, incorporará los hábitos, pasará página, pero, aunque sea en ejercicio de la ciudadanía, ante determinadas derivas sólo se puede decir que no. Málaga: el verano de nuestra vida. Málaga: una apuesta por el decrecimiento.